Al parecer este, ahora solar, llamado Pósito, estuvo tapiado, y cubierto, y servía de
panera a los labradores que, en años abundantes no les cabía la cosecha en sus
paneras y entonces el
Ayuntamiento se lo arrendaba para guardar el sobrante allí, y no estropearse.
Despues, con los años, sirvió como de, espécie de oficina donde había que acudir allí a pagar los tributos correspondientes. Con los años se fue deteriorando y parace ser que las
escuelas en aquellos tiempos se encontraban por allí cerca y como el mencionado Pósito se encontraba ya bastante abandonado con el
tejado hundido, y las tápias medio caídas, las madres de los colegiales/as lo denunciaron por si alomejor se derrumbaba alguna tápia y pillaba a algún niño/a; puesto que tenían que pasar obligatoriamente por allí
camino de la
escuela; entonces fue cuando el Ayuntamiento tomó cartas en el asunto, y lo derribó dejandolo hecho un solar como se encuentra en la actualidad.