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CUENCA DE CAMPOS: A UNA CUENQUINA Tuve la suerte de descubrir Cuenca...

A UNA CUENQUINA

Tuve la suerte de descubrir Cuenca de Campos, ya que en este pueblo conocí a la jóven más guapa y apuesta de la cual me enamoré.
Bailábamos en el Bar de Teodoro y así nos hicimos novios. Pagué la "cuartillada", que es lo estipulado para los forasteros; cosa que hice muy a gusto, ya que tenía a la mujer más encantadora de la localidad.
Nos casamos. Vivimos en otra ciudad, pero ella nunca dejaba de hablar de su Cuenca; de cuando cantaba en los actos litúrgicos de su Iglesia; de su San Bernardino -cuya estampa tenía en la mesita de noche- y besaba diariamente antes de acostarse.
Cada vez que íbamos al pueblo le encontrábamos cambiado, pero a mejor. Se notaba la mano del Alcalde Tinín y ella se sentía muy orgullosa de su pueblo.
Dios quiso que el 6 de Enero de 2007 nos dejara y se fuese cerca de su San Bernardino, ya que descansa en el cementerio de su pueblo natal.
Yo, desde entonces, voy con frecuencia a Cuenca en compañía de mi hijo. Comemos en casa "Tata" y luego llevamos unas flores a nuestra querida madre y esposa, haciendo extensiva nuestra visita también de parte de su querida hija.
Aún no he dicho de quién se trata. Pues estoy hablando de Trini, la hija del Jefe de Estación y de Concha, hermana de Paco y de los "Melgos", Manolo y Pedro.
Como véis no os he mentido cuando decía que era bonita y además una gran madre, excelente esposa y gran persona.
Pues bien, querido pueblo, hasta pronto que volveré a depositar en el sepulcro un ramo de frescas flores que tanto la gustaban.
Un saludo de un palentino y besos para Pepita, otra gran mujer, y su esposo Paco, mis cuñados.