San Roque (peregrino)
Aquí en Cuenca de Campos, Voto de Villa.
Mi fiesta es el 16 de Agosto.
Nací en Montpellier (Francia), en el año 1.295.
Morí en la misma ciudad, en el año 1.327.
Me canonizó Urbano VIII el 4 de Julio de 1.629.
Me quedé huérfano muy joven a los 18 años, de padre y madre.
Vendí mis bienes que eran cuantiosos a favor de los pobres.
Salí en peregrinación hacia Roma.
Me inscribí en la Tercera Orden Franciscana.
Fui peregrino toda mi vida.
Asistí a los enfermos de peste en distintos hospitales.
Años después vuelvo a mi patria, atacado por la peste y me retiro para no dar que hacer a nadie, cerca de Piacenza.
Pasados unos años y ya recuperado de la enfermedad vuelvo a mi patria y me apresan unos soldados que me confunden con un espía.
Permanecí preso 5 años hasta mi muerte, a los 32 años.
Se me representa con atuendo de peregrino (sombrero de ala ancha con unas llaves cruzadas en ella, bordón, cantimplora y zurrón) y con una herida pestilente en el muslo, soy alimentado por un perro que me trae el pan en su boca.
Me encuentro aquí muy bien restaurado y sigo siendo vuestro intercesor contra toda clase de pestes.
FECO.
Aquí en Cuenca de Campos, Voto de Villa.
Mi fiesta es el 16 de Agosto.
Nací en Montpellier (Francia), en el año 1.295.
Morí en la misma ciudad, en el año 1.327.
Me canonizó Urbano VIII el 4 de Julio de 1.629.
Me quedé huérfano muy joven a los 18 años, de padre y madre.
Vendí mis bienes que eran cuantiosos a favor de los pobres.
Salí en peregrinación hacia Roma.
Me inscribí en la Tercera Orden Franciscana.
Fui peregrino toda mi vida.
Asistí a los enfermos de peste en distintos hospitales.
Años después vuelvo a mi patria, atacado por la peste y me retiro para no dar que hacer a nadie, cerca de Piacenza.
Pasados unos años y ya recuperado de la enfermedad vuelvo a mi patria y me apresan unos soldados que me confunden con un espía.
Permanecí preso 5 años hasta mi muerte, a los 32 años.
Se me representa con atuendo de peregrino (sombrero de ala ancha con unas llaves cruzadas en ella, bordón, cantimplora y zurrón) y con una herida pestilente en el muslo, soy alimentado por un perro que me trae el pan en su boca.
Me encuentro aquí muy bien restaurado y sigo siendo vuestro intercesor contra toda clase de pestes.
FECO.