¡Cuánto amor hay en esta imagen! Repesenta extrodinariamente el sentido de la inmensa desolación de una madre que acaba de perder a su hijo.
¡Qué bien vestida y cuidada está! Con cuanta delicadeza y esmero acompañan los cofrades su inconsolable soledad. Así es la Cuenca profunda.
¡Qué bien vestida y cuidada está! Con cuanta delicadeza y esmero acompañan los cofrades su inconsolable soledad. Así es la Cuenca profunda.