¿Por qué se fueron?
Dos golondrinas y un canario
en mi casa tuvieron su nido,
con cuidados, amor y calor crecieron,
cada día vieron el sol
y las estrellas titilar.
con temor observaron las luciérnagas,
sapos y brincadores grillos.
Jugaron y gritaron desde sus primeros días
revolotearon y pelearon mis tres pichones...
¡Se estaban preparando para la vida!
¡Ah! también aprendieron a volar.
Madrugaban para volar conmigo,
conocieron pueblos, ríos y montañas,
aprendieron a medir distancias y el tiempo
con el dedito índice y el pulgar
viajábamos felices...
pero el cansancio los hacía caer rendidos como aguacates
y siempre regresaban al nido
mis pichones, dos golondrinas y un canario.
Su canto fue más dulce que el de otros pichones,
rodeaban la mesa y a la luz del quinqué cantaban,
les gustaba escuchar historias y cuentos,
su imaginación volaba con los poemas que les leía...
crecieron mis pichones, dos golondrinas y un canario.
Y aprendieron a volar.
Llegaba el invierno con frío y lluvia
ellos eran felices jugando lodo,
en la primavera entre flores y mariposas...
sembraron pinos y liquidámbar que crecieron con ellos,
si, ellos también crecieron.
¡Y volaron mis pichones, dos golondrinas y un canario!
Los días se han ido como agua en mis manos,
hoy mi casa está en silencio,
eso me dejaron mis pichones,
¡ah! también dejaron camas vacías y zapatos viejos.
¿Porqué se fueron si este es su nido?
¿Dónde están? ¡oigan, aquí está su nido!
¿Porqué se fueron? derramo lágrimas por saber la respuesta.
¿Porqué se fueron? derramo lágrimas por no aceptar la respuesta.
¿Porqué se fueron? me lo preguntaré siempre,
siempre, hasta el último día de mi vida.
Eduardo A. Tahay A.
Dos golondrinas y un canario
en mi casa tuvieron su nido,
con cuidados, amor y calor crecieron,
cada día vieron el sol
y las estrellas titilar.
con temor observaron las luciérnagas,
sapos y brincadores grillos.
Jugaron y gritaron desde sus primeros días
revolotearon y pelearon mis tres pichones...
¡Se estaban preparando para la vida!
¡Ah! también aprendieron a volar.
Madrugaban para volar conmigo,
conocieron pueblos, ríos y montañas,
aprendieron a medir distancias y el tiempo
con el dedito índice y el pulgar
viajábamos felices...
pero el cansancio los hacía caer rendidos como aguacates
y siempre regresaban al nido
mis pichones, dos golondrinas y un canario.
Su canto fue más dulce que el de otros pichones,
rodeaban la mesa y a la luz del quinqué cantaban,
les gustaba escuchar historias y cuentos,
su imaginación volaba con los poemas que les leía...
crecieron mis pichones, dos golondrinas y un canario.
Y aprendieron a volar.
Llegaba el invierno con frío y lluvia
ellos eran felices jugando lodo,
en la primavera entre flores y mariposas...
sembraron pinos y liquidámbar que crecieron con ellos,
si, ellos también crecieron.
¡Y volaron mis pichones, dos golondrinas y un canario!
Los días se han ido como agua en mis manos,
hoy mi casa está en silencio,
eso me dejaron mis pichones,
¡ah! también dejaron camas vacías y zapatos viejos.
¿Porqué se fueron si este es su nido?
¿Dónde están? ¡oigan, aquí está su nido!
¿Porqué se fueron? derramo lágrimas por saber la respuesta.
¿Porqué se fueron? derramo lágrimas por no aceptar la respuesta.
¿Porqué se fueron? me lo preguntaré siempre,
siempre, hasta el último día de mi vida.
Eduardo A. Tahay A.