CUENCA DE CAMPOS: ¡Qué tiempos aquellos!...

¡Qué tiempos aquellos!
Cuando estábamos esperando a los Reyes que venían de Oriente y pasaban por nuestro pueblo, para adorar al Niño Dios.
Como era costumbre siempre le pedíamos algún regalo y nos traían alguna “piuca, canicas, algún caramelo y peladillas”.
Cuando nos traían piucas, íbamos corriendo a las fraguas de Terenciano ó de Cirilo a que nos pusiesen rejos para poderlas bailar el mayor tiempo posible.
Cuando nos traían canicas, parecíamos topillos, agujereábamos toda la plaza y parte de los soportales, para jugar con ellas.
¡Ah! Primilla me hace mucha ilusión las fotos sobre la preparación de la hoguera de los quintos, yo hace tiempo que no había visto ninguna, en la última que participé casi la armamos, pero lo pasamos todos muy bien, y algún carro se salvó.