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CUENCA DE CAMPOS: LA RIQUEZA DE NUESTROS PUEBLOS SON SUS HABITANTES...

LA RIQUEZA DE NUESTROS PUEBLOS SON SUS HABITANTES

La principal riqueza de nuestros pueblos son sus habitantes, que son los que conservaron y conservan el ecosistema. Y el echo de conservarlo con vida es garantía de conservar la riqueza natural y cultural que alberga esta tierra.

Ya Luis Pérez Rubín en su obra "Flor de vida" dijo de nosotros: " el verdadero castellano es indomable, no le reduce ni el frio, ni el calor, ni el hambre, ni la tortura, ni la paz, ni la guerra, es altivo y libre bajo una apariencia humilde y sencilla y desde remotas épocas, mientras otros pueblos y razas de la historia vivian en la servidumbre, el solo impera por la generosidad y el heroismo. Antes morir que entregarse. Fué aventurero e independiente, con orgullo y dignidad de su pobreza llega a mendigante; pero no a esclavo. En cambio se rindio al que llamó amigo".

De nada valdría contar con ese soporte geográfico y natural tan diverso si los pueblos se vacían. De hecho con el abandono de los pueblos la riqueza natural, en lugar de crecer, decrece notablemente.

Muchos ecosistemas se han perservado porque garantizaban la conservación de un recurso: pasto, forraje, protección para el ganado, frutos para la alimentación humana y ganadera....... etc

Nuestra vida rural de los pueblos tiene que tener más prestigio. Hay que informar que las ventajas de estar en un pueblo pueden ser superiores al de estar en una ciudad, aunque obviamente se necesite el esfuerzo de las Administraciones para las dotaciones de servicios. Estas zonas de llanura y paisajes suaves evocan la tranquilidad y la paz que no se tiene en la ciudad.

Todos tenemos que ponernos manos a la obra para que nuestros extraordinarios recursos naturales se aprecien con todo el valor que merecen (gastronómicos, artísticos..... etc)

La Situación es muy favorable para el ecosistema de las especies que lo habitan. A excepción de los propios habitantes rurales de numerosas pequeñas localidades que languidecen debido a la acusada pérdida de población.

Pero para no perder esa riqueza humana, pasa por hacer un esfuerzo entre todos: sociedad civil, económica y política, para procurar mantener (no aspiro a crecer, que sería lo ideal) la población estable de nuestros pueblos; evitando uno de los grandes males que nos aquejan en Castilla y León, el éxodo rural juvenil.