San Valentín
Patrono de los enamorados
14 de febrero
¡Felicidades a quienes lleven este nombre!
Hay que remontarse al año 270. Con tu corazón de enamorado, te es fácil entusiasmarte con la vida de tu patrono.
Si para las diversas realidades de la vida existe un patrono, no podía faltar uno para lo más bello de la creación: el amor humano entre hombre y mujer.
Claudio II "el Gótico" y su policía vigilaban sus andanzas.
Tan bruto era este mal emperador que llegó hasta prohibir lo más natural que existe en el mundo: el amor entre los humanos.
No quería bodas sino soldados para defender los espacios amplios de su imperio. Nada de casados.
Quería solteros y sólo solteros.
Ante estas circunstancias inhumanas, Valentín, obispo de Interamna Nahartium (hoy Terni en Umbria el estado en donde
està la ciudad de Asìs - Italia), no tuvo miedo en confesarse creyente, y es más, se entregó por entero a las parejas.
Las visitaba en secreto para casarlos lejos de la mirada de los crueles súbditos del emperador.
La voz de Valentín corría como el viento por las orillas del Tiber y de las colinas romanas.
Los jóvenes, valientes y decididos a formar una familia, acudían a él para recibir el sacramento.
Les hablaba, les escribía cartas de amor y con su simpatía y su bella juventud, se traía de calle a todos los enamorados.
Patrono de los enamorados
14 de febrero
¡Felicidades a quienes lleven este nombre!
Hay que remontarse al año 270. Con tu corazón de enamorado, te es fácil entusiasmarte con la vida de tu patrono.
Si para las diversas realidades de la vida existe un patrono, no podía faltar uno para lo más bello de la creación: el amor humano entre hombre y mujer.
Claudio II "el Gótico" y su policía vigilaban sus andanzas.
Tan bruto era este mal emperador que llegó hasta prohibir lo más natural que existe en el mundo: el amor entre los humanos.
No quería bodas sino soldados para defender los espacios amplios de su imperio. Nada de casados.
Quería solteros y sólo solteros.
Ante estas circunstancias inhumanas, Valentín, obispo de Interamna Nahartium (hoy Terni en Umbria el estado en donde
està la ciudad de Asìs - Italia), no tuvo miedo en confesarse creyente, y es más, se entregó por entero a las parejas.
Las visitaba en secreto para casarlos lejos de la mirada de los crueles súbditos del emperador.
La voz de Valentín corría como el viento por las orillas del Tiber y de las colinas romanas.
Los jóvenes, valientes y decididos a formar una familia, acudían a él para recibir el sacramento.
Les hablaba, les escribía cartas de amor y con su simpatía y su bella juventud, se traía de calle a todos los enamorados.