Buenas
noches.
Era de
color crema, y pocos
coches habrá, que hayan dado tanto
juego y tengan tantas anécdotas que contar.
Un día en Sahagun, mi querido primo se entretuvo más de la cuenta con alguna
amiga y nos dejó de plantón a los que habíamos ido con él.
El caso es que con la discoteca cerrada y ningún
bar abierto donde esperarle, estábamos cuatro
amigos esperándole como cuatro tontos.
Tanto esperar a altas horas de la madrugada, hizo que pensáramos más de la cuenta la manera de hacerle una
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