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CUENCA DE CAMPOS: HACER HABLAR A LAS PAREDES...

HACER HABLAR A LAS PAREDES

La sociedad rural ha sido durante siglos el motor de desarrollo de la humanidad. La creciente despoblación de las zonas rurales ha traído consigo el abandono de las actividades agrícolas y ganaderas, así como otras actividades propias de la vida cotidiana del medio rural.

Como consecuencia del abandono mencionado, gran parte del patrimonio cultural de las zonas rurales se esta dejando desaparecer, perdiéndose con él los vestigios de la historia reciente de nuestros pueblos. Por eso debemos fomentar la recuperación del patrimonio rural. Hoy en día la sociedad "urbana" demanda turismo rural, que constituye en algunas zonas el sustento ecónomico de sus habitantes.

La arquitectura vernácula de las zonas rurales constituye un recurso patrimonial a preservar. En los últimos años, sin embargo, un considerable número de construcciones tradicionales ha perdido el uso para el que fueron concebidas y se encuentran sometidas a un proceso de continuo deterioro que amenaza su ruina y consiguiente pérdida.

Las construciones rurales tradicionales son un elemento característico de los paisajes rurales de los que forman parte; al tiempo que constituyen un símbolo de identidad comarcal y un valioso testimonio etnográfico sobre el modo de vida de la población rural. Pero a pesar de ese valor, en el transcurso de las últimas décadas las profundas transformaciones a que se ha visto sometido el medio rural, como: la mecanización del sector agrario, modernización de instalaciones, despoblación, envejecimiento de la población...... han dado lugar a la pérdida de uso y consiguiente destrucción de una parte importante de nuestra arquitectura (corrales, tenadas, pajares..).

No voy a entrar en profundidad en el catálogo que podría hacerse con las iglesias derrumbadas o caídas, cada vez más, estamos acostumbrados a ver como algo habitual en la silueta de nuestros pueblos. Al fin y al cabo no son nuestras, como dice alguno. Si son nuestras, son casi el único patrimonio que tenemos en la mayoria de los pueblos. Menos mal que afortunadamente en muchos pueblos poco a poco y con un gran esfuerzo se van restaurando. Si, señores se van restaurando gracías a las aportaciones: vecinos, obispado, Diputación y Junta.

Se pueden encontrar valiosos ejemplos de los que con un poco de mano izquierda y un poco de dinero bien pedido se puede hacer.

En resumen solo quiero alzar la voz para que no perdamos nuestro Patrimonio Rural, para que esas piedras y esas paredes puedan hablar a través del tiempo.