COMO HEMOS CAMBIADO.....
¿Que pasó con los antiguos oficios?.... los pueblos han experimentado durante el paso de los años una fuerte modernización de su vida económica y social, que ha traido grandes transformaciones y cambios en su aspecto físico, en sus casas, en sus calles, en su infraestructura y en su vida interior como pueblo. Eran pueblos eminentemente agrícolas y ganderos con una población muy superior a la actual, y que alrededor de esos factores de riqueza giraban y dependían una gran variedad de oficios y profesiones hoy casi todas desaparecidas y casi olvidadas o desconocidas por las nuevas generaciones.
Los años sesenta y setenta del siglo pasado trajeron una fuerte transformación del campo, debido a la concentración parcelaria que trajo la paulatina modernización del campo. Esto unido a el desarrollo económico de otras zonas españolas necesitadas de mano de obra, hizo que la gente empezara a emigrar.
Todo esto trajo consigo la desaparición de aquellas profesiones y de los artesanos que fueron dejando su trabajo al estar relacionado con la vida agrícola y ganadera del pueblo. La perdida de estos oficios trajo consigo también la pérdida del vocabulario específico, una cultura que se queda en el olvido, sus herrramientas..! Pero su historia no se puede olvidar!
Estaban los Guarnicioneros que con la piel, el cáñamo y la media luna hacían los collarines, retrancas, trallas o cabezadas. Los matachines que a la llegada de San Martín sacaban los marranos de las pocilgas y los llevaban al banco para sangrarles y posteriormente descuartizarles. Los esquiladores de burros, ovejas, mulos.. Los herradores que amarraban con trabas a las caballerías y sobre sus cascos manejaban la cuchilla, el pujabante, las tenazas y los clavos para finalmente fijarles las herradurasa. Los lecheros y queseros que en sus casas vertían la cuajada sobre las tablas y cinchas para elaborar exquisitos quesos. Los carniceros y chacineros que despachaban diariamente la carne para el cocido.
Otros oficios eran puramente artesanales como el de cacharrero o alfarero que elaboraban cazuelas, botijos, pucheros, cántaros... etc Estaban los carreteros que manejaban habilmente el trabajo de la madera, haciendo famoso su carro de varas, su carro de lanza y bolea y posteriormente sus remolques. También eran importantes los carpinteros con una gran maestría en el uso de la garlopa, la escofina, el berbiquí oel serrucho, elaborando artesas, puertas, ventanas... Estaban tambien los zapateros remendones; ya se sabe que el campo destrozaba muchos zapatos y botas. De su oficio hacian un arte con el martillo, la lezna y las tenazas.
Estaban los sastres siempres dispuestos a hacerte un traje para la fiesta del pueblo. Los barberos para que te dieran un repaso al pelo. Estaban los cafés, salones de baile, panaderos y confiteros que eran muy visitados para hacer las tortasa de chicharrones, las madalenas, las pastas, lasa rosquillas y los sequillos para honrar a los invitados.
Muchos oficios más prestarón servicio a los pueblos. Conviene recordar al molinero que molia la cebada para los animales y el trigo para hacer el pan. El cubero que hacia las cubas y carrales parqa guardar el vino. El trapero que recogía hierros y colchones en deshuso. Los tejeros y adoberos que con una rústica y primitiva industria fabricaban las tejas y adobes para las casas y pajares. Los retejadores para correjir lasa goteras del tiempo. El herrero y su fragua, que a golpe de fuelle y yunque, mazo y tenazas sometía y dominaba los hierros candentes para hacer de ellos rejas, formones, cerraduras o arreglar desperfectos de la maquinaria agrícola. Los arrieros, quienes con sus carros de reata trajinaban por los pueblos con el vino, las patatas, los garbanzos... etc
En el campo estaban los labradores y pastores, envueltos en sus capas pardas o bajo el paraguas. no era dificil ver también al guarda encargado de velar por las uvasa.
Relacionado con la iglesia estaba el sacristán, que además de tocar las campanas para avisar de la hoara de misa y oficio, ayudaba en su celebración. El enterrador, encargado de hacer la fosa para el último difunto y mantener adecentado el cementerio.
¿Que más hubo? pués algunos más como: maestros albañiles, mieleros, hueveros, vendedores ambulantes, camineros, tractoristas, criados, jornaleros, segadores, gaseoseros... y quizás algunos más que enriquecían la vida de los pueblos.
A los pueblos tambien acudían de otros sitiós ofreciendo sus servicios como: cacharreros, capadores, afiladores, pellejeros, marraneros, cesteros, hojalateros...... etc
Todas estas profesiones y oficios son una señal de los importante que era en una epoca pasada los pueblos, de su vitalidad económica y social que inundaba las calles. De su vitalidad económica, de su población numerosa y de la alegría de las calles por las que correteaban los niños al salir de la escuela. Toda una riqueza cultural y económica que no debemos dejar en el olvido y que tal vez de alguna manera debería quedar como testimonio permanente a las generaciones venideras.
¿Que pasó con los antiguos oficios?.... los pueblos han experimentado durante el paso de los años una fuerte modernización de su vida económica y social, que ha traido grandes transformaciones y cambios en su aspecto físico, en sus casas, en sus calles, en su infraestructura y en su vida interior como pueblo. Eran pueblos eminentemente agrícolas y ganderos con una población muy superior a la actual, y que alrededor de esos factores de riqueza giraban y dependían una gran variedad de oficios y profesiones hoy casi todas desaparecidas y casi olvidadas o desconocidas por las nuevas generaciones.
Los años sesenta y setenta del siglo pasado trajeron una fuerte transformación del campo, debido a la concentración parcelaria que trajo la paulatina modernización del campo. Esto unido a el desarrollo económico de otras zonas españolas necesitadas de mano de obra, hizo que la gente empezara a emigrar.
Todo esto trajo consigo la desaparición de aquellas profesiones y de los artesanos que fueron dejando su trabajo al estar relacionado con la vida agrícola y ganadera del pueblo. La perdida de estos oficios trajo consigo también la pérdida del vocabulario específico, una cultura que se queda en el olvido, sus herrramientas..! Pero su historia no se puede olvidar!
Estaban los Guarnicioneros que con la piel, el cáñamo y la media luna hacían los collarines, retrancas, trallas o cabezadas. Los matachines que a la llegada de San Martín sacaban los marranos de las pocilgas y los llevaban al banco para sangrarles y posteriormente descuartizarles. Los esquiladores de burros, ovejas, mulos.. Los herradores que amarraban con trabas a las caballerías y sobre sus cascos manejaban la cuchilla, el pujabante, las tenazas y los clavos para finalmente fijarles las herradurasa. Los lecheros y queseros que en sus casas vertían la cuajada sobre las tablas y cinchas para elaborar exquisitos quesos. Los carniceros y chacineros que despachaban diariamente la carne para el cocido.
Otros oficios eran puramente artesanales como el de cacharrero o alfarero que elaboraban cazuelas, botijos, pucheros, cántaros... etc Estaban los carreteros que manejaban habilmente el trabajo de la madera, haciendo famoso su carro de varas, su carro de lanza y bolea y posteriormente sus remolques. También eran importantes los carpinteros con una gran maestría en el uso de la garlopa, la escofina, el berbiquí oel serrucho, elaborando artesas, puertas, ventanas... Estaban tambien los zapateros remendones; ya se sabe que el campo destrozaba muchos zapatos y botas. De su oficio hacian un arte con el martillo, la lezna y las tenazas.
Estaban los sastres siempres dispuestos a hacerte un traje para la fiesta del pueblo. Los barberos para que te dieran un repaso al pelo. Estaban los cafés, salones de baile, panaderos y confiteros que eran muy visitados para hacer las tortasa de chicharrones, las madalenas, las pastas, lasa rosquillas y los sequillos para honrar a los invitados.
Muchos oficios más prestarón servicio a los pueblos. Conviene recordar al molinero que molia la cebada para los animales y el trigo para hacer el pan. El cubero que hacia las cubas y carrales parqa guardar el vino. El trapero que recogía hierros y colchones en deshuso. Los tejeros y adoberos que con una rústica y primitiva industria fabricaban las tejas y adobes para las casas y pajares. Los retejadores para correjir lasa goteras del tiempo. El herrero y su fragua, que a golpe de fuelle y yunque, mazo y tenazas sometía y dominaba los hierros candentes para hacer de ellos rejas, formones, cerraduras o arreglar desperfectos de la maquinaria agrícola. Los arrieros, quienes con sus carros de reata trajinaban por los pueblos con el vino, las patatas, los garbanzos... etc
En el campo estaban los labradores y pastores, envueltos en sus capas pardas o bajo el paraguas. no era dificil ver también al guarda encargado de velar por las uvasa.
Relacionado con la iglesia estaba el sacristán, que además de tocar las campanas para avisar de la hoara de misa y oficio, ayudaba en su celebración. El enterrador, encargado de hacer la fosa para el último difunto y mantener adecentado el cementerio.
¿Que más hubo? pués algunos más como: maestros albañiles, mieleros, hueveros, vendedores ambulantes, camineros, tractoristas, criados, jornaleros, segadores, gaseoseros... y quizás algunos más que enriquecían la vida de los pueblos.
A los pueblos tambien acudían de otros sitiós ofreciendo sus servicios como: cacharreros, capadores, afiladores, pellejeros, marraneros, cesteros, hojalateros...... etc
Todas estas profesiones y oficios son una señal de los importante que era en una epoca pasada los pueblos, de su vitalidad económica y social que inundaba las calles. De su vitalidad económica, de su población numerosa y de la alegría de las calles por las que correteaban los niños al salir de la escuela. Toda una riqueza cultural y económica que no debemos dejar en el olvido y que tal vez de alguna manera debería quedar como testimonio permanente a las generaciones venideras.