EL DIA
Le desnudas al alba amaneceres
reprochando a la noche su osadía
de ensuciar –grafitera- tu albaquía
de aerosoles en negro, atardeceres.
Rindes sol a la sombra cuando mueres
vespertino y fugaz -valiente día-,
derrotado horizonte de porfía
bajo estrellas de luna, anocheceres.
Cada día regresas -día- al mundo
sin temerle a la noche que te espera
cabizbajo, asolado, oscurecido.
Preñas luz a este cielo furibundo
de aquiescencia lejana y tan certera
como el alma inmortal de tu latido.
De un paisano
Le desnudas al alba amaneceres
reprochando a la noche su osadía
de ensuciar –grafitera- tu albaquía
de aerosoles en negro, atardeceres.
Rindes sol a la sombra cuando mueres
vespertino y fugaz -valiente día-,
derrotado horizonte de porfía
bajo estrellas de luna, anocheceres.
Cada día regresas -día- al mundo
sin temerle a la noche que te espera
cabizbajo, asolado, oscurecido.
Preñas luz a este cielo furibundo
de aquiescencia lejana y tan certera
como el alma inmortal de tu latido.
De un paisano