CUENCA DE CAMPOS: que tus poesias no se vayan como esa tortolita y que...

La fuga de la tórtola

¡Tórtola mía! Sin estar presa
hecha a mi cama y hecha a mi mesa,
a un beso ahora y otro después,
¿por qué te has ido? ¿Qué fuga es ésa,
cimarronzuela de rojos pies?

¿Ver hojas verdes sólo te incita?
¿El fresco arroyo tu pico invita?
¿Te llama el aire que susurró?
¡Ay de mi tórtola, mi tortolita,
que al monte ha ido y allá quedó!

Oye mi ruego, que el miedo exhala.
¿De qué te sirve batir el ala,
si te amenazan con muerte igual
la astuta liga, la ardiente bala,
y el cauto jubo del manigual?

Pero ¡ay! Tu fuga ya me acredita
que ansías ser libre, pasión bendita
que aunque la llore la apruebo yo.
¡Ay de mi tórtola, mi tortolita,
que al monte ha ido y allá quedó!

Si ya no vuelves, ¿a quién confío
mi amor oculto, mi desvarío,
mis ilusiones que vierten miel,
cuando me quede mirando al río,
y a la alta luna que brilla en él?

Inconsolable, triste y marchita,
me iré muriendo, pues en mi cuita
mi confidenta me abandonó.

¡Ay de mi tórtola, mi tortolita,
que al monte ha ido y allá quedó!

J. J. M.

que tus poesias no se vayan como esa tortolita y que siempre

que puedas escribas alguna gracias