Sobre los montes que cercando toca
La niebla tiende su bordado encaje;
Desde el peñón de la desierta roca
Lánzase audaz el águila salvaje;
El seco vientecillo que sofoca
Cubre de polvo el pálido follaje;
Y por el monte y por la vega umbría
Crece el calor y se derrama el día.
Y en el árido ambiente se dilata
La esencia de la flor de los tomillos,
Y lento el río su raudal desata
Entre mimbres y juncos amarillos;
Y al cubrir sus círculos de plata
Con sus plumeros blandos y sencillos
La caña dócil la corriente roza,
Trémula el agua de placer solloza.
Del valle en tanto en la pendiente orilla
Manso cordero del calor sosiega;
Se oyen los cantos de la alegre trilla;
Suenan los ecos de la tarda siega;
Ardiente el sol en el espacio brilla;
El cielo azul su majestad despliega,
Y duermen a la sombra los pastores,
Y se abrasan de sed los segadores.
Presta sombra a la rústica majada
La noble encina que a la edad resiste
En su copa de fruto coronada
La vid de verde majestad se viste;
A su pie la doncella enamorada
Canta de amor, pero su canto es triste,
Que en el profundo afán que la devora,
Amores canta porque celos llora.
J. S
Continuará
La niebla tiende su bordado encaje;
Desde el peñón de la desierta roca
Lánzase audaz el águila salvaje;
El seco vientecillo que sofoca
Cubre de polvo el pálido follaje;
Y por el monte y por la vega umbría
Crece el calor y se derrama el día.
Y en el árido ambiente se dilata
La esencia de la flor de los tomillos,
Y lento el río su raudal desata
Entre mimbres y juncos amarillos;
Y al cubrir sus círculos de plata
Con sus plumeros blandos y sencillos
La caña dócil la corriente roza,
Trémula el agua de placer solloza.
Del valle en tanto en la pendiente orilla
Manso cordero del calor sosiega;
Se oyen los cantos de la alegre trilla;
Suenan los ecos de la tarda siega;
Ardiente el sol en el espacio brilla;
El cielo azul su majestad despliega,
Y duermen a la sombra los pastores,
Y se abrasan de sed los segadores.
Presta sombra a la rústica majada
La noble encina que a la edad resiste
En su copa de fruto coronada
La vid de verde majestad se viste;
A su pie la doncella enamorada
Canta de amor, pero su canto es triste,
Que en el profundo afán que la devora,
Amores canta porque celos llora.
J. S
Continuará
que tus poesias sigan cantando al amor y no a la tristeza un saludo
hasta pronto gracias
hasta pronto gracias