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Cinco torres, cinco lanzas,
cinco doncellas cautivas,
cinco dardos disparados
a esa boveda infinita.
SAN JUAN, toda reluciente,
torre que murio de niña.
SAN PEDRO, de torrejones
y miradas compasivas.
SAN JUSTO que vino abajo
y hoy mas baja se resigna.
SAN MAMES, con tanto llanto,
lleno la charca amarilla.
Queda la torre mas alta,
la giralda campesina,
que se prendia en el pecho
el que fue reloj de villa.
Por ti los mozos del barrio
se rasgaban la camisa,
grtando todos a coro:
¡ALTA TU, SANTA MARIA ¡
Una a una y todas juntas
sois damas tan distinguidas
que adornais vuestros oidos
co broce y platas fundidas.
En esas cumas celestes,
donde la cigueña anida
clavais para herir al viento
afilada jabalina
Lacampana del comvento
con su espadaña hace rimas
y en los monjios sus labios
se derrite de alegria
cinco doncellas cautivas,
cinco dardos disparados
a esa boveda infinita.
SAN JUAN, toda reluciente,
torre que murio de niña.
SAN PEDRO, de torrejones
y miradas compasivas.
SAN JUSTO que vino abajo
y hoy mas baja se resigna.
SAN MAMES, con tanto llanto,
lleno la charca amarilla.
Queda la torre mas alta,
la giralda campesina,
que se prendia en el pecho
el que fue reloj de villa.
Por ti los mozos del barrio
se rasgaban la camisa,
grtando todos a coro:
¡ALTA TU, SANTA MARIA ¡
Una a una y todas juntas
sois damas tan distinguidas
que adornais vuestros oidos
co broce y platas fundidas.
En esas cumas celestes,
donde la cigueña anida
clavais para herir al viento
afilada jabalina
Lacampana del comvento
con su espadaña hace rimas
y en los monjios sus labios
se derrite de alegria
