Voy a explicarte, amigo/a, internáuta, el proceso, de cómo se hacían los adobes, ya que a mí me tocó hacer alguno.
Primero, hay que picar la tierra; en una terrera, de hecho, en las últimas fotos enviadas, hay una de la bomba, y al fondo está la silueta de la torre de Santa María, pués verás que dice que más a la izquierda, está la terrera; yo he conocido dos terrrras; esa, y otra frente al cementerio, en la parte baja del Conjuradero; pués bien, de esas terreras, cedidas por el Ayuntamiento, se picaba la tierra, con un pico o una azada,
después de picar la tierra, con la parte plana de una azada, se machacaba, bién, luego se pasaba por una criba, o tamíz, y una vez hecho esto, cuándo tenías un montón suficientemente grande, se hacía un mortero, se le llenaba de agua, y se echaba paja, se removía bién hasta quedar hecho el barro, envuelto como digo, con paja; luego previstos de una espécie de molde llamado mecal, que no era otra cosa que cuatro tablas, o listones bien clavadas, y ahí, con una pala se iba echando el barro, y con los puños había que compactarlo bién, y dejarlo rasante, una vez conpactado, para que la mecal saliera bién, se echaba un poco de agua, tirabas hacia arriba, y otro, otro, y otro; y ahí se quedaban hasta secarse; y aproximadamente, haciendo buen tiempo, a los dos o tres días, se ponían los adobes de canto, y se rallaban ya que como se hacían sobre tierra, siempre quedaba rebaba por lo que había que rasparlos por los cuatro cantos; y una vez bien raspados y oreados, se colocaban como haciendo una pared llamada meda y separados para que pasara aire, y se termiraran de secar bien; y finalmente, cuándo ya estaban bién oreados se colocaban en otra meda, pero ya bien apilados, para su venta, y si tenían suerte de venderlos, se los pagaban a tres o cuatro pesetas, ¡ojo!, el ciento.
Si eres de Cuenca, todavía vive gente, de famílias que hicieron muchos, muchos adobes; una de las famílias es la de las "CARROMENORAS"como las llamaban, y el familiar que vive, es Vivéncio, el marido de Bea; la otra família, es la de los "LORITOS", y los familiares vivos son, los hermanos Luis, y Asun, ya que su padre hizo muchos adobes en la terrera del Cementério.
No se si con esto, habeis quedado complacidos/as.
Un cuenquín deseoso de informar de todo lo que sepa, que tampoco, es mucho.
Primero, hay que picar la tierra; en una terrera, de hecho, en las últimas fotos enviadas, hay una de la bomba, y al fondo está la silueta de la torre de Santa María, pués verás que dice que más a la izquierda, está la terrera; yo he conocido dos terrrras; esa, y otra frente al cementerio, en la parte baja del Conjuradero; pués bien, de esas terreras, cedidas por el Ayuntamiento, se picaba la tierra, con un pico o una azada,
después de picar la tierra, con la parte plana de una azada, se machacaba, bién, luego se pasaba por una criba, o tamíz, y una vez hecho esto, cuándo tenías un montón suficientemente grande, se hacía un mortero, se le llenaba de agua, y se echaba paja, se removía bién hasta quedar hecho el barro, envuelto como digo, con paja; luego previstos de una espécie de molde llamado mecal, que no era otra cosa que cuatro tablas, o listones bien clavadas, y ahí, con una pala se iba echando el barro, y con los puños había que compactarlo bién, y dejarlo rasante, una vez conpactado, para que la mecal saliera bién, se echaba un poco de agua, tirabas hacia arriba, y otro, otro, y otro; y ahí se quedaban hasta secarse; y aproximadamente, haciendo buen tiempo, a los dos o tres días, se ponían los adobes de canto, y se rallaban ya que como se hacían sobre tierra, siempre quedaba rebaba por lo que había que rasparlos por los cuatro cantos; y una vez bien raspados y oreados, se colocaban como haciendo una pared llamada meda y separados para que pasara aire, y se termiraran de secar bien; y finalmente, cuándo ya estaban bién oreados se colocaban en otra meda, pero ya bien apilados, para su venta, y si tenían suerte de venderlos, se los pagaban a tres o cuatro pesetas, ¡ojo!, el ciento.
Si eres de Cuenca, todavía vive gente, de famílias que hicieron muchos, muchos adobes; una de las famílias es la de las "CARROMENORAS"como las llamaban, y el familiar que vive, es Vivéncio, el marido de Bea; la otra família, es la de los "LORITOS", y los familiares vivos son, los hermanos Luis, y Asun, ya que su padre hizo muchos adobes en la terrera del Cementério.
No se si con esto, habeis quedado complacidos/as.
Un cuenquín deseoso de informar de todo lo que sepa, que tampoco, es mucho.