CUENCA DE CAMPOS: "ELLA"...

"ELLA"
Ella, de improviso se sentó en la cama, y comenzó a balbucear, hablando vaya a saber uno, con qué invisible ser, y este hecho tomó de sorpresa al hombre que escribía en el teclado de su vieja máquina.
Se acercó, dejando inconclusa la frase, y comenzó a observar cómo ella enhebraba incoheréncias, como si fuera la conversación más normal del mundo, y sin que diera muestra de notar su preséncia, esa preséncia del hombre, que desde tánto tiempo atrás había sido el destinatário de esas palabras.
Permaneció un rato inmóvil, como no queriendo ver esa realidad, y decidió suspender el monólogo de la mujer, y con la voz más tranquila que logró dijo aquél.... ¿necesitas algo?. Unos ojos que deconocía, le miraron, y por respuesta obtuvo aquél...... con tigo no se puede hablar.... y el cuerpo delgado y pálido de la mujer se sumergió nuevamente en la cama.
Aquél hombre la miró un poco más, pensando porqué grieta de la piel había escapado la cordura, y sintiendo que más palabras serían inútiles, salió de la habitación, y se sentó pensativo con la cabeza entre las manos, en el sofá del salón; al poco rato, apagó la luz, y la oscuridad invadió al cuarto, casi como había invadido su vida, lentamente encendió un cigarrillo más, y sintió un vacío en el estómago, sintió que los años caían con su pesada carga sobre sus hombros, poniendo así, de un golpe, sobre su cuerpo cansado, la edad justa, esa edad que realmente tenía.