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CUENCA DE CAMPOS: SAN BERNARDINO ESTUVO EN ESPAÑA Y EN CUENCA DE CAMPOS...

SAN BERNARDINO ESTUVO EN ESPAÑA Y EN CUENCA DE CAMPOS

Los que habéis leído varias “vidas” de San Bernardino aseveráis que San “Bernardino nunca salió de Italia”, que no consta en las “vidas” de San Bernadino y, como no consta, pues no salió nunca de Italia. Y que lo de que estuvo en Cuenca de Campos es un BULO.
A sensu contrario yo me pregunto si alguno de sus biógrafos niega rotundamente que viniese a España o que afirme que nunca salió de Italia.
Publicáis también en este foro que en 1438 fue nombrado por el papa Eugenio V para una misión muy especial relacionada con la orden franciscana.
(MANCIO, EXPLÍCANOS, POR FAVOR, EN QUÉ CONSISTÍA)

Añadís que, sin duda, este período fue el más difícil en la vida de San Bernandino y que sus biógrafos dicen que salió “envejecidísimo“y, a pesar de renunciar al cargo en 1442, sólo sobrevivió dos años.

Era España, (por la situación sociocultural de esos momentos y la relación entre las Ordenes religiosas, muy concretamente la franciscana, con la nobleza y el clero secular), la nación europea que presentaba grandísimos problemas, los mayores de toda Europa, para la tarea encomendada a Fray Bernadino de por sí muy difícil, y, siendo éste un franciscano muy obediente, es de pura lógica que, con una estrategia bien determinada, se dedicase en cuerpo y alma para salir lo más airoso posible e intentar solucionar personalmente, in situ, allí donde los problemas eran más arduos.
Mi opinión personal, según lo anterior, es que, en el caso de que San Bernardino viniese a España, el objeto principal de esa hipotética visita no fuese hacer el Camino de Santiago, sino cumplir el mandato personal que le había encomendado el Papa Eugenio IV; esto no quiere decir que en ese caso, aprovechando el itinerario de su misión, dejase de visitar la tumba del Apóstol.

SAN BERNADINO EN ESPAÑA.

Aunque no conste en las “vidas” que habéis leído, los cronistas del Camino de Santiago incluyen a San Bernardino entre los personajes ilustres que hicieron el camino.

Alfredo Gil del Río, por ejemplo, en su publicación “EL CAMINO DE SANTIAGO POR LA RIOJA” dice lo siguiente “San Bernardino de Siena parece que llegó a la ciudad de Logroño hacia el año 1441, tres años antes de su muerte, en su peregrinación a Compostela, siendo su paso motivo de curiosidad por la fama de santidad de que venía precedido. Devolvió la vida a un niño que se había caído desde un alto piso, desprendiéndose de los brazos de su madre que escuchaba desde una ventana las palabras del predicador. En su recuerdo se fundó un convento en Navarrete”.
En el año 1941 (ojo a la fecha) este cronista del camino sitúa, pues, a San Bernardino en Logroño donde hace un milagro.

SAN BERNARDINO EN CUENCA

Nuestro paisano y amigo ADERITO PEREZ CALVO, buen conocedor del convento y de las monjas debido al trato directo que con ellas durante muchísimos años tuvo su familia y él personalmente hasta que las monjas se fueron de Cuenca, relata en su precioso libro CUENCA DE CAMPOS AYER la tradición existente entre las monjas del convento de la entrevista de San Bernardino con doña María Fernández de Velasco y hasta nos describe el punto exacto donde todavía está el locutorio donde le recibió, siempre conservada por las monjas con mucho celo.
Aderito también en este libro traza el itinerario de San Bernardino por Castilla.

Transcribo literalmente lo que escribe Aderito en la página 99 de su libro:
“Si algún hecho hay que destacar como extraordinario en la historia del convento, y también como desconocido fuera de la comunidad de religiosas que en él habitaban merece toda mi atención la visita que Fray Bernardino de Siena hizo en el todavía palacio a su dueña Dª María de Velasco, pues fue el germen de la fundación del convento de esta villa y de que se adoptase por patrono a San Bernardino. Esta señora conversó con el futuro santo en un locutorio o sala de visitas que las monjas conservaron intacto durante el tiempo de su permanencia en Cuenca. Estaba situada dicha habitación que aún se conserva, muy deteriorada, entre el coro bajo y el soportal donde se halla la entrada principal de la iglesia monástica, aunque unos ocho metros más al norte. Siempre la vi cerrada por puerta sencilla de madera de una hoja, de regulares proporciones, hoy tabicada. (Aderito: quiero decirte que las monjas siempre contaban lo de la visita de San Bernardino a Doña María. A mi me lo contó más de una vez Sor Julita y mi madre, que por su actividad casi todos los días hablaba con ella en el torno, se lo sabía de memoria.)
En esta audiencia recomendó Doña María al ilustre franciscano, hoy nuestro santa patrón Bernardino, pasase a visitar a su primo D. Pedro, que vivía en Herrera de Pisuerga con su esposa Doña Mencia de Medoza.
Tan singular acontecimiento se mantuvo vivo en la memoria de las monjas de esta villa tanto tiempo como duró el monasterio. No hubo recuerdo que guardaran con más cariño. Y aún sigue vivo en la memoria de las últimas monjas que le habitaron y que hoy forman parte de la comunidad de clarisas palentinas.
Fray Bernardino, CASI SIEMPRE ACOMPAÑADO DE ALGÚN FRAILE DE SU ORDEN, iba peregrino a Santiago, predicando el Evangelio por todos los lugares donde se le brindara esta ocasión. Lo hacía con elocuencia, gracia y sin escatimar tiempo. Allá en la Rioja, embelesada con su palabra, una madre dejó caer de sus brazos desde un balcón a su hijo pequeño, quedando muerto en el acto. Tomándolo en sus manos, Bernardino lo volvió a la vida. El suceso podría considerarse como un milagro que fray Bernardino obró antes de ser canonizado.
Cuando llegó a Herrera de Pisuerga, efectuó la visita que Doña María le recomendara en la entrevista que con ella mantuvo en Cuenca. Maravillados....

Hasta aquí Aderito nos describe el itinerario que en aquellos días hizo San Bernardino: Desde Cuenca de Campos se dirige a Herrera de Pisuerga, lo que no cuadraría por dos cosas:
a) Si está haciendo el camino de Santiago viniendo de la Rioja, o sea por el camino francés, no tiene por qué llegar a Cuenca.
b) Desde Cuenca se dirige a Herrera de Pisuerga. O sea, desde Cuenca vuelve sobre sus pasos yendo hacia el este, cruza de nuevo el Camino de Santiago, y llega a Herrera de Pisuerga. Pero, ¿no vino a hacer el “camino”?.

En el recuerdo que guardan las monjas cabe destacar también tres cosas:
1. Que Fray Bernardino estuvo en Cuenca y se entrevistó en ese locutorio con DOÑA MARIA FERNANDEZ DE VELASCO.
2. Que sabían que HIZO UN MILAGRO predicando en la Rioja.
3. Que tenemos DOS lugares a muchos kilómetros (de los de aquellos tiempos) que sin razón alguna aparente y sin conocerse entre sí, oh casualidad, cuentan lo mismo.

¿Cómo las monjas de Cuenca conservan en su tradición que San Bernardino había hecho un milagro a muchísimos kilómetros (de los de entonces) de Cuenca?. ¿Quién se lo dijo a las primeras monjas que poblaron el convento fundado en el mismo lugar de la entrevista unos años después?
¿Creéis que se lo dijeron los de Logroño?

ESTE ES EL MEOLLO DE LA CUESTION.

Amigos MANCIO, ABUELO, CONTRERAS …. ¿Vosotros pensáis que esto pudiera constituir un criterio de certeza?.

Porque creo que yo sé de dónde les viene a las monjas esta “tradición” que apunta Aderito: como estrategia para la entrevista, convenía que Doña María lo supiese y, por lo tanto, lo “sopló” o “soplaron” el fraile o los frailes que acompañaban a San Bernardino.

Lo que antecede parece evidenciar que el fraile Bernardino estuvo en España y con intenciones bien distintas a las de realizar el camino: Bernardino, conociendo lo piadosa e influyente que era Doña María, vino directamente a Cuenca en busca de su apoyo para entrevistarse con el todopoderoso CONDESTABLE DE CASTILLA, el primo carnal más querido de Doña María, que estaba en Herrera.

Realizada la entrevista continuó con su misión visitando las provincias franciscanas de Castilla y de Santiago. Llegó hasta Compostela y a la vuelta pasa de nuevo por Herrera de Pisuerga y es cuando anuncia a los Condestables el futuro embarazo de Doña Mencia, acontecimiento tomado por esta influyente familia milagroso y de ahí que una vez canonizado San Bernardino fuese el santo de su familia y de la de los Enríquez: una buena parte de los hijos se llamaron Bernardino e impulsaron que en todos los pueblos y villas de su propiedad e influencia se erigiese patrón a San Bernardino de Sena.

No cabe duda que San Bernardino en España cumpliendo con su obligación sufrió mucho y volvió a Italia “quemado”. Presentó la dimisión al Papa pero estaba ya muy viejo. Murió poco después, en el año 1444.
Su visita a España no fue estéril, La remató, años más tarde, el Cardenal Cisneros.

Amigos, no sé si los argumentos son convincentes. Me da lo mismo porque San Bernardino ha estado, está y seguirá estando en Cuenca y en el corazón de todos los cuenquines, creo que sin excepción, desde hace más de CINCO siglos. Mi padre, y yo también, siempre presumía de haber nacido muy cerca de San Bernardino y de ser sus vecinos.
Saludos para todos.