Luz ahora 0,12838 €/kWh

CUENCA DE CAMPOS: ¡VICTORIA!...

¡VICTORIA!
Tranquilo ve, mi hermoso caballero;
vence, humilla, derrota al moro fiero,
que, pues vas a la guerra, yo deploro
no poder ir contigo contra el moro.
Pero... sí, que mundano su nombre y su traje,
a tu lado estaré, seré tu paje.
Es vano que te opongas; yo te sigo,
para, si has de morir, morir contigo;
y por si tienes de vencer la gloria,
a tu lado gozar de la victoria.

Ya se, moro traidor, mi triste suerte,
en tu poder estoy; dame la muerte.
Matarme, a tu valor será un ultraje;
¡gran victoria es vencer a un pobre paje!
Paje, no tal, hermosa castellana.
¡Que!
te he visto bañarte esta mañana,
y eres ¡fingido paje!, una doncella,
y me has enamorado por lo bella.
Si lograra yo gozar de tus favores,
fueran tus castellanos vencedores,
por que yo con mil huestes, niña hermosa,
emprendiera una fuga vergonzosa;
más, logrando tu amor, niña hechicera,
¡que me juzgue la historia como quiera!

Clarines y añafiles y atabales
hacen el ciudad salva y señales
de que viene el ejército cristiano
victorioso del fiero mahometano.
Vedlos; se acercan ya. Viene el primero
con su paje el hermoso caballero,
coronado de lauros y de gloria,
tremolando el pendón de la victoria.