AMANTES, POEMA EN BARRO
Anclas de polvo en la tierra,
corazones a pedazos
entre sombras y entre dientes
quemando venas y labios.
Viene sangrante la carne,
viene el aliento sangrando,
vienen de espuma los huesos
sedientos de tanto barro.
Amantes de lecho en lecho
por tantos siglos rodando;
el corazón y el silencio,
entre muslos y entre abrazos.
Por tantas viejas alcobas y trigales,
por tantos desesperados andenes.
¡Tantos poemas de barro,
tantos recuerdos de polvo,
tantos amantes pasados ¡
Tumbas de fiebre y de vida
como las alas de un pájaro
llenas de barro y de sombra.....
... ¡el amor aniquilado ¡
La misma sangre de siempre
por las sienes galopando,
o embistiendo con cornadas
la dentadura y los labios,
está quemando las venas
y gravita sobre el tálamo,
la muerte y la soledad
del amor de los humanos.
Nos queda en la madrugada,
hecha jirones de nardos,
como un susto, como un golpe,
como un despertar amargo.
Anclas de polvo en la tierra,
corazones a pedazos
entre sombras y entre dientes
quemando venas y labios.
Viene sangrante la carne,
viene el aliento sangrando,
vienen de espuma los huesos
sedientos de tanto barro.
Amantes de lecho en lecho
por tantos siglos rodando;
el corazón y el silencio,
entre muslos y entre abrazos.
Por tantas viejas alcobas y trigales,
por tantos desesperados andenes.
¡Tantos poemas de barro,
tantos recuerdos de polvo,
tantos amantes pasados ¡
Tumbas de fiebre y de vida
como las alas de un pájaro
llenas de barro y de sombra.....
... ¡el amor aniquilado ¡
La misma sangre de siempre
por las sienes galopando,
o embistiendo con cornadas
la dentadura y los labios,
está quemando las venas
y gravita sobre el tálamo,
la muerte y la soledad
del amor de los humanos.
Nos queda en la madrugada,
hecha jirones de nardos,
como un susto, como un golpe,
como un despertar amargo.