REFLEJOS DE NUESTRA TIERRA
Reflejos de nuestra Tierra de Campos. Reflejos de la piel de su suelo, de el género de vida de sus gentes, de la silueta física de sus poblados y sus panoramas, su ambiente, sus costumbres, sus tradiciones, su folclore, su clima, las ilusiones de los terracampinos, todas sus aspiraciones, todas sus preocupaciones, todos los deseos de mejorar, sus creencias, su carácter..... todos tenemos el mismo denominador común, sin diferencia entre nosotros ya seamos de una provincia u otra. Nos identificamos sorprendentemente sin distinción ya seamos vallisoletanos, palentinos, zamoranos o leoneses.
En los albores del siglo XXI, todos teniamos la creencia de que todo habría cambiado para mejor... y muchas cosas han cambiado faltaría más, hasta ahí podiamos llegar. El progreso también nos tenía que tocar algo con su varita mágica, unas veces para arreglarnos y otras no se sabe para que.
Pero siempre estarán ahí los Campos Góticos para los nostálgicos. Tierra de Campos es una comarca, no un territorio repartido en cuatro provincias como se empeñan en hacernos creer. Esto no es tampoco una invitación para que algunos reclamen un mini ridículo país dentro de la comunidad. A casi ninguno de los moradores de esta tierra se les pasaría por la cabeza. Ellos siempre han sido sobrios, guardando siempre su compostura.
Quiero llegar con esto a una reflexión y reivindicación de nuestra comarca. Porque ser o pertenecer a una de las regiones naturales más grandes de la Unión Europea debe servirnos para algo más. Deberiamos haber sido capaces de crear un consejo comarcal. Pero esto da miedo a los políticos, porque tiene que escuchar y conceder. Asi haciéndolo por partes separadas y diseminadas se diluyen mejor los problemas. Y como ejemplo veamos la cantidad de programas Proder y Leader que tenemos en una misma zona con una misma uniformidad y realidad. Pero como no nos quejamos, ahí seguimos.
Somos tan de Tierra de Campos que a veces, es innato a nosotros, no sabemos de donde somos y claro los demás tampoco. Por eso al promocionar nuestra tierra, cuesta Dios y ayuda que la terminología correcta aparezca y se la envuelva en subtítulos como ruta de las catedrales, de los palomares, de los castillos.... etc Es decir que se mencionan las partes para relegar el todo. Y esto por no hablar de los dichosos limites provinciales que tanto daño nos han hecho. Cuantos problemas ahí en estos pueblos cuando tiene que ir una ambulacia. Que si esta no, que si esta sí. Que si pertenece a esta provincia y no puede venir la de otra que esta más cerca. Y con los colegios lo mismo. Menos más que en esto se ha solucionado un poco. Y un niño de un pueblo de una provincia, puede ir al instituto más cercano, aunque sea de otra provincia. Si no, andonde ibamos a llegar, que desastre. Anecdotas aparte como estás, sigo apostando por el concepto de comarca en todo su esplendor, pòrque ahi si que tenemos un destino con todas sus variantes y acepciones. Muchas veces parecemos que somo una reserva espiritual, otras nos declaramos los defensores de lo imposible. pero muchas, las más; tenemos la cabeza sobre los hombros y llamamos a las cosas por su nombre; al pan, pan y al vino, vino.
Reflejos de nuestra Tierra de Campos. Reflejos de la piel de su suelo, de el género de vida de sus gentes, de la silueta física de sus poblados y sus panoramas, su ambiente, sus costumbres, sus tradiciones, su folclore, su clima, las ilusiones de los terracampinos, todas sus aspiraciones, todas sus preocupaciones, todos los deseos de mejorar, sus creencias, su carácter..... todos tenemos el mismo denominador común, sin diferencia entre nosotros ya seamos de una provincia u otra. Nos identificamos sorprendentemente sin distinción ya seamos vallisoletanos, palentinos, zamoranos o leoneses.
En los albores del siglo XXI, todos teniamos la creencia de que todo habría cambiado para mejor... y muchas cosas han cambiado faltaría más, hasta ahí podiamos llegar. El progreso también nos tenía que tocar algo con su varita mágica, unas veces para arreglarnos y otras no se sabe para que.
Pero siempre estarán ahí los Campos Góticos para los nostálgicos. Tierra de Campos es una comarca, no un territorio repartido en cuatro provincias como se empeñan en hacernos creer. Esto no es tampoco una invitación para que algunos reclamen un mini ridículo país dentro de la comunidad. A casi ninguno de los moradores de esta tierra se les pasaría por la cabeza. Ellos siempre han sido sobrios, guardando siempre su compostura.
Quiero llegar con esto a una reflexión y reivindicación de nuestra comarca. Porque ser o pertenecer a una de las regiones naturales más grandes de la Unión Europea debe servirnos para algo más. Deberiamos haber sido capaces de crear un consejo comarcal. Pero esto da miedo a los políticos, porque tiene que escuchar y conceder. Asi haciéndolo por partes separadas y diseminadas se diluyen mejor los problemas. Y como ejemplo veamos la cantidad de programas Proder y Leader que tenemos en una misma zona con una misma uniformidad y realidad. Pero como no nos quejamos, ahí seguimos.
Somos tan de Tierra de Campos que a veces, es innato a nosotros, no sabemos de donde somos y claro los demás tampoco. Por eso al promocionar nuestra tierra, cuesta Dios y ayuda que la terminología correcta aparezca y se la envuelva en subtítulos como ruta de las catedrales, de los palomares, de los castillos.... etc Es decir que se mencionan las partes para relegar el todo. Y esto por no hablar de los dichosos limites provinciales que tanto daño nos han hecho. Cuantos problemas ahí en estos pueblos cuando tiene que ir una ambulacia. Que si esta no, que si esta sí. Que si pertenece a esta provincia y no puede venir la de otra que esta más cerca. Y con los colegios lo mismo. Menos más que en esto se ha solucionado un poco. Y un niño de un pueblo de una provincia, puede ir al instituto más cercano, aunque sea de otra provincia. Si no, andonde ibamos a llegar, que desastre. Anecdotas aparte como estás, sigo apostando por el concepto de comarca en todo su esplendor, pòrque ahi si que tenemos un destino con todas sus variantes y acepciones. Muchas veces parecemos que somo una reserva espiritual, otras nos declaramos los defensores de lo imposible. pero muchas, las más; tenemos la cabeza sobre los hombros y llamamos a las cosas por su nombre; al pan, pan y al vino, vino.