Las aguas pasan bajo el puente,
sin recordar a Heráclito.
Han fluido así desde que el río es río,
sin cesar de medirse
con la fatalidad del mar que las aguarda.
Desde lo alto del puente,
un niño de la mano de un anciano
contempla el tránsito del agua.
El anciano imagina
que son las mismas aguas de su infancia.
El niño sueña con el mar.
D. E
sin recordar a Heráclito.
Han fluido así desde que el río es río,
sin cesar de medirse
con la fatalidad del mar que las aguarda.
Desde lo alto del puente,
un niño de la mano de un anciano
contempla el tránsito del agua.
El anciano imagina
que son las mismas aguas de su infancia.
El niño sueña con el mar.
D. E