Luz ahora 0,14962 €/kWh

CUENCA DE CAMPOS: ¡Tengo sed, sed ardiente! -dije a la maga, y ella...

¡Tengo sed, sed ardiente! -dije a la maga, y ella
me ofreció de sus néctares. - ¡Eso no: me empalaga!-
Luego, una rara fruta, con sus dedos de maga,
exprimió en una copa clara como una estrella;

y un brillo de rubíes hubo en la copa bella.
Yo probé. -Es dulce, dulce. ¡Hay días que me halaga
tanta miel, pero hoy me repugna, me estraga!
Vi pasar por los ojos del hada una centella.

Y por un verde valle perfumado y brillante,
llevóme hasta una clara corriente de diamante.
- ¡Bebe! -dijo-. Yo ardía, mi pecho era una fragua.

Bebí, bebí, bebí la linfa cristalina...
¡Oh, frescura! ¡Oh, pureza! ¡Oh, sensación divina!
-Gracias, maga, ¡y bendita la limpidez del agua!
D. A
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
felicitarte por tus poesias

un saludo y hasta pronto