En homenaje a mis padres Nino y Loreto
Estoy leyendo un artículo de José Antonio Vera, en el diario La Razón 15/06/2008, Titulado,
Cultivos hidropónicos para tomates sin sol.
En el cual resalta: Se suprime el sustrato natural, la tierra, las semillas y los abonos son de laboratorio.
Los tomates se recolectan verdes y se someten a una técnica controlada de maduración al sol.
Qué razón tienes José Antonio, mi padre Nino siempre recogía las semillas de los tomates mejores y más maduros y una vez secas las guardaba en tarros para hacer los semilleros en primavera, todo con abonos naturales (estiércol) y después trasplantarles a los canteros de tierra debidamente preparados y abonados.
Dando estos sus frutos durante los meses de Julio y Agosto y tenían un sabor y color que daba gusto verlos.
El LICOPENO, según nos dicen los entendidos, es el secreto antioxidante de los tomates, además otorga el poder de reducir el riesgo de enfermedades crónicas, rebosa fibra y apenas tiene calorías.
Pues sí amigos cuenquines, mis padres nos ofrecían unos tomates y otros productos hortícolas, que aparte de ser del siglo pasado, ahora hay que buscarles en tiendas muy especializadas y con todo y con eso no sé si tienen el mismo sabor.
Estoy leyendo un artículo de José Antonio Vera, en el diario La Razón 15/06/2008, Titulado,
Cultivos hidropónicos para tomates sin sol.
En el cual resalta: Se suprime el sustrato natural, la tierra, las semillas y los abonos son de laboratorio.
Los tomates se recolectan verdes y se someten a una técnica controlada de maduración al sol.
Qué razón tienes José Antonio, mi padre Nino siempre recogía las semillas de los tomates mejores y más maduros y una vez secas las guardaba en tarros para hacer los semilleros en primavera, todo con abonos naturales (estiércol) y después trasplantarles a los canteros de tierra debidamente preparados y abonados.
Dando estos sus frutos durante los meses de Julio y Agosto y tenían un sabor y color que daba gusto verlos.
El LICOPENO, según nos dicen los entendidos, es el secreto antioxidante de los tomates, además otorga el poder de reducir el riesgo de enfermedades crónicas, rebosa fibra y apenas tiene calorías.
Pues sí amigos cuenquines, mis padres nos ofrecían unos tomates y otros productos hortícolas, que aparte de ser del siglo pasado, ahora hay que buscarles en tiendas muy especializadas y con todo y con eso no sé si tienen el mismo sabor.