Mi más sincero agradecimiento a todas las personas que de una o de otra forma y por distintos medios nos habéis ayudado a celebrar con una gran alegría las fiestas de nuestro Patrón San Bernardino, personalmente hacia unos cuantos años que no viajaba al pueblo a celebrar las fiestas, y mis sensaciones han sido de todo tipo positivas y negativas prevaleciendo las primeras.
Cuando pasamos con la carroza junto a la casa donde nací, en dirección a la Ermita, se me nublaron los ojos y se me saltaron las lagrimas, no digamos cuando llegamos a la Ermita del Santo que tanta veces hemos venerado y al que tantas veces hemos rogado.
Cuando pasamos con la carroza junto a la casa donde nací, en dirección a la Ermita, se me nublaron los ojos y se me saltaron las lagrimas, no digamos cuando llegamos a la Ermita del Santo que tanta veces hemos venerado y al que tantas veces hemos rogado.