¿ASPIRANTES A CIUDADANOS?
Siempre he pensado y más en estos días que el hombre rural no acaba de ser más allá que aspirante a ciudadano. Pero esto ¿por qué será?. ¿No paga los mismos impuestos que el que vive en la urbe?. Teniendo además menos servicios y más gastos corrientes.
Al final acaba siendo un superviviente que habita en un ecosistema que rechina a muchos por su desconocimiento o porque siempre han puesto a los de pueblo en un plano secundario. Se les ha quedado en la mente reflejado como un punto en el vivieron sus abuelos y se lo pasaba bien de pequeño.
Pero el hombre rural sigue aspirando a ciudadano. Es un sujeto que sufre en sus carnes, políticas que se aplican bajo el prisma urbano y que chocan con la realidad del mundo rural, llena de incovenientes. Esos hombres a los que les da la risa cuando oye a los políticos decir: "se pondrán en marcha iniciativas encaminadas a paliar la desigualdad de oportunidades".
Pero no nos olvidemos, el hombre rural también es un ciudadano. No en vano muchos tienen que coger el coche para hacer las compras en la capital, porque las tiendas en el pueblo han pasado a mejor vida. Esos niños que tienen que madrugar mucho más que los de la "capi" para tener que recibir la educación gratuita y obligatoria. Pero por mucho que me diga que es otro ciudadano cualquiera, a la hora de la verdad sigue siendo el último en todo. Es el último en recibir las señales de televisión, en disponer de banda ancha de Internet... etc. No, nunca ha sido ciudadano y visto lo visto tampoco quiere serlo, aunque todos los demás se empeñen en que lo sea. Porque una vez convertido se acaba el problema. Pero no, no le da la gana serlo, solamente quiere lo suyo. Lo que le coresponde por historia, por herencia, por derecho aunque le cueste dinero a las arcas del estado. Porque vivir en el pueblo y ser de pueblo tiene un toque diferencial y un estigma cultural que hay que conservar. Porque la cultura no tiene precio y da dividendos. Elevemos la categoría de los pueblos como focos culturales. En los que se puede aprender mucho de lo que fuimos y parte de lo que seremos si nadie lo remedia.
No, insisto; el hombre de pueblo no quiere ser un ciudadno cualquiera, porque entre sus deseos estan los pequeños placeres de la vida: aparcar sin agobios, pasear tranquilamente sin polución, tener el sentimiento de posesión, meter ruido sin que se entere el vecino... etc
Pero no cabe duda que al final lo urbano esta condenado a entenderse con lo rural. Porque sin pueblos no hay futuro, frase mil veces repetida pero que muchos no llegan a creerse. Frase que me gusta mucho y que espero y deseo que sea un realidad. Asi como espero que se convierta en un "azote" de las instituciones que nos infravolaran y no mueven un dedo.
Siempre he pensado y más en estos días que el hombre rural no acaba de ser más allá que aspirante a ciudadano. Pero esto ¿por qué será?. ¿No paga los mismos impuestos que el que vive en la urbe?. Teniendo además menos servicios y más gastos corrientes.
Al final acaba siendo un superviviente que habita en un ecosistema que rechina a muchos por su desconocimiento o porque siempre han puesto a los de pueblo en un plano secundario. Se les ha quedado en la mente reflejado como un punto en el vivieron sus abuelos y se lo pasaba bien de pequeño.
Pero el hombre rural sigue aspirando a ciudadano. Es un sujeto que sufre en sus carnes, políticas que se aplican bajo el prisma urbano y que chocan con la realidad del mundo rural, llena de incovenientes. Esos hombres a los que les da la risa cuando oye a los políticos decir: "se pondrán en marcha iniciativas encaminadas a paliar la desigualdad de oportunidades".
Pero no nos olvidemos, el hombre rural también es un ciudadano. No en vano muchos tienen que coger el coche para hacer las compras en la capital, porque las tiendas en el pueblo han pasado a mejor vida. Esos niños que tienen que madrugar mucho más que los de la "capi" para tener que recibir la educación gratuita y obligatoria. Pero por mucho que me diga que es otro ciudadano cualquiera, a la hora de la verdad sigue siendo el último en todo. Es el último en recibir las señales de televisión, en disponer de banda ancha de Internet... etc. No, nunca ha sido ciudadano y visto lo visto tampoco quiere serlo, aunque todos los demás se empeñen en que lo sea. Porque una vez convertido se acaba el problema. Pero no, no le da la gana serlo, solamente quiere lo suyo. Lo que le coresponde por historia, por herencia, por derecho aunque le cueste dinero a las arcas del estado. Porque vivir en el pueblo y ser de pueblo tiene un toque diferencial y un estigma cultural que hay que conservar. Porque la cultura no tiene precio y da dividendos. Elevemos la categoría de los pueblos como focos culturales. En los que se puede aprender mucho de lo que fuimos y parte de lo que seremos si nadie lo remedia.
No, insisto; el hombre de pueblo no quiere ser un ciudadno cualquiera, porque entre sus deseos estan los pequeños placeres de la vida: aparcar sin agobios, pasear tranquilamente sin polución, tener el sentimiento de posesión, meter ruido sin que se entere el vecino... etc
Pero no cabe duda que al final lo urbano esta condenado a entenderse con lo rural. Porque sin pueblos no hay futuro, frase mil veces repetida pero que muchos no llegan a creerse. Frase que me gusta mucho y que espero y deseo que sea un realidad. Asi como espero que se convierta en un "azote" de las instituciones que nos infravolaran y no mueven un dedo.