Amigo POCE; hay que ver cuántos recuerdos me traen a mi memoria, esta antígua casa de la hospedería; ¿que porqué?; pués como tú, supongo que te acordarás, en esa buena casa, vivió una família con dos hijos varones, y la señora de la casa, era hermana de D, Gregorio, el cura párroco que regentaba por aquellos años la parróquia, y que vivía en la casa parroquial, (ahora solar), que estaba ubicada enfrente de la hospedería, por lo que, como es natural, los monaguillos frecuentábamos todo aquello a menudo ya que, también el convento tenía culto, entonces la señora de la casa, debido a la confianza que mediaba entre nosotros, los monaguillos, y ella, algunas veces, cuándo nos veía rondar por allí, y necesitaba alguna menudéncia relacionada con los guisos, como por ejemplo, algún ajo, o cebolla, o fruta, o sal, o alguna verdura, disponía de una cestita con una cuerda
ya que era un primer piso, y entonces ella en lugar de molestarse en bajar, nos llamaba; (chiguito), acercate a casa de D. Gregorio, (que vivía con la madre, y una sobrina), y le pides esto, o lo otro, de mi parte, y nosotros, se lo pedíamos, se lo colocábamos en su cestita, y tiraba de la cuerda hasta que dicho producto llegaba a su poder.
Todas estas cosas que para álguien, posiblemente carezcan de importáncia, para mí, tiene mucha, por el hecho de haber tenido más roce que otros con esa família ya que, como todo el mundo sabe, mi padre fue bastantes años, sacristán organista, y (yo, al ser hijo suyo, fuí como he dicho antes, monaguillo, y también medio sacristán.
Se me ha olvidado decir antes, que esta señora que vivía en la casa de la hospedería, se llamaba Máxima, su marido Emílio, su hijo mayor, ya fallecido, Julián, y el pequeño
también Emílio, actual religioso, y que su difunta abuela materna, la Sra. Adelaida, que en paz descanse, la gustaba lamarle Emilico; ¿te acuerdas de todo esto, POCE?.
Me atrevo a hacerte esta última pregunta por que más de una persona sospecha de que sabemos quien eres, aunque puedes estar tranquilo por que yo, al menos por mi parte, no lo voy a revelar.
ya que era un primer piso, y entonces ella en lugar de molestarse en bajar, nos llamaba; (chiguito), acercate a casa de D. Gregorio, (que vivía con la madre, y una sobrina), y le pides esto, o lo otro, de mi parte, y nosotros, se lo pedíamos, se lo colocábamos en su cestita, y tiraba de la cuerda hasta que dicho producto llegaba a su poder.
Todas estas cosas que para álguien, posiblemente carezcan de importáncia, para mí, tiene mucha, por el hecho de haber tenido más roce que otros con esa família ya que, como todo el mundo sabe, mi padre fue bastantes años, sacristán organista, y (yo, al ser hijo suyo, fuí como he dicho antes, monaguillo, y también medio sacristán.
Se me ha olvidado decir antes, que esta señora que vivía en la casa de la hospedería, se llamaba Máxima, su marido Emílio, su hijo mayor, ya fallecido, Julián, y el pequeño
también Emílio, actual religioso, y que su difunta abuela materna, la Sra. Adelaida, que en paz descanse, la gustaba lamarle Emilico; ¿te acuerdas de todo esto, POCE?.
Me atrevo a hacerte esta última pregunta por que más de una persona sospecha de que sabemos quien eres, aunque puedes estar tranquilo por que yo, al menos por mi parte, no lo voy a revelar.