CUENCA DE CAMPOS: Gracias a ti también Contreras por tu escrito sobre...

Esto es lo que escribe sobre Cuenca de Campos, la Asociación Jacobea Vallisoletana.

Breve historia de Cuenca de Campos
Cuando el peregrino llega a Cuenca de Campos lo hace desde Tamariz o Moral de la Reina, según la ruta elegida, viene de una larga caminata por una carretera que no teniendo mucho tráfico, en según que épocas puede resultar monótona. Por ello la llegada a este núcleo urbano es esperada y bien recibida.

El peregrino debe conocer que llega a una población con mucha historia, pues los trabajos arqueológicos la sitúan en los antiguos castros celtas que proliferaron en su término municipal, destacándose el poblamiento del antiguo del "Teso del Cementerio", donde han aparecido múltiples restos de enterramientos celtas, acompañados de puntas de flecha, molinos neolíticos y diversos objetos. Posteriormente también se descubrieron restos de algún capitel que debió ser testigo de la presencia romana.

La historia nos cuenta que hacia 1388, el Rey Juan I de Castilla cede el castillo de Cuenca de Campos al Duque de Frías. Este construyó un palacio donde años más tarde se levantaría la Real Casa de las Clarisas Franciscanas, como todavía se puede leer en lo que debiera ser su portón de entrada.

El mas antiguo del pueblo estaba configurado por una serie de elementos característicos a saber: la Torre del castillo situada en la colina que hoy se denomina el Conjuradero; la iglesia de Santa María (hoy secularizada); el palacio de los Duques y las cercas que a modo de pequeñas murallas cerraban este entorno.

Posteriormente al extenderse la población fueron agrupándose sus habitantes en cuatro parroquias, siendo la de los Santos Justo y Pastor la que pervive actualmente. Pero para que un pueblo tenga una identidad es muy importante que sus habitantes tengan algún punto que los unifique y ese papel lo va a representar San Bernardino de Siena, patrón del pueblo.

Este santo italiano, nació en 1380 y falleció en 1444, recorrió predicando, entre otros lugares, el Camino de Santiago (lo que ya nos da importancia de este enclave como parte de la ruta Jacobea). En uno de sus viajes fue huésped de los Duques de Frías, señores del Castillo y Palacio de Cuenca de Campos. Los duques quedaron impresionados por la predicación de San Bernardino, tanto que a su muerte y tras su canonización en 1450 se inició la construcción de la ermita de San Bernardino en unas tierras que distan un kilómetro más o menos del pueblo (el peregrino pasará delante de ella cuando inicie el camino hacia Villalón). Desde esa fecha San Bernardino pasó a ser el patrón del pueblo, unificado su religiosidad en torno al santo Patrón.

Después de esta historia, la realidad es que el peregrino se encuentra un núcleo urbano que bien puede ser el final de la etapa o bien puede continuar hasta el cercano pueblo de Villalón. Si decide quedarse aquí se va a encontrar con uno de los mejores ambientes Jacobeos de esta ruta.

En primer lugar existe un albergue municipal para los peregrinos, que fue inaugurado en el año 1999 perfectamente equipado y que además consta de todas las comodidades y puede alojar hasta 30 peregrinos (el alojamiento cuesta 6 € en verano y 7€ en invierno, por la calefacción). Si decide comer en la bodega La Tata, encontrará al fondo del comedor un rincón con diversos recuerdos y fotografías del Camino de Santiago.

Pero donde sin duda encontrara el mejor “Rincón del peregrino” será en el mesón La Cañada, donde Carmina ejerce de hospitalera sin albergue, pero que ha sabido dar a su local ese sabor que buscan los peregrinos a Santiago, allí podrás reponer fuerzas, descansar en invierno frente a su chimenea, sellar tu credencial e incluso escribir tus impresiones en el libro que desde hace años, cuando aquí no había albergue y los peregrinos eran pioneros en esta ruta, dejaban plasmados sus pensamientos, inquietudes y deseos.

Por eso merece la pena detenerse en Cuenca de Campos y admirar lo que hoy nos ofrece y que nos explicarán en el punto de información del ayuntamiento, pero para tener una ligera idea está condensado en la iglesia parroquial de los Santos Justo y Pastor; la ermita de San Bernardino de Siena; el Conjuradero (un pequeño cerro en el pueblo donde se asentaba la ermita de Santa Bárbara, donde se conjuraban en el siglo XVI las tormentas que amenazaban las cosechas de la Tierra de Campos).

Otras edificaciones son la iglesia gótico mudéjar de Santa María del Castillo (hoy reconvertida en sala de exposiciones); el antiguo convento de Clarisas (aunque es propiedad particular). En el casco urbano de Cuenca de Campos tiene importancia relevante la arquitectura doméstica porticada de la plaza del pueblo. Se trata de casas construidas con adobes que presentan los típicos soportales con sencillos pies derechos de madera, tan característicos de las poblaciones de Tierra de Campos También destaca en esta plaza el Ayuntamiento del siglo XVIII cuya fachada se decora con dos grandes escudos de armas de la villa.

Cuando salgas de Cuenca de Campos pasarás por delante de una pequeña ermita que a modo de oratorio está dedicada a las ánimas benditas. Si eres creyente, en Castilla es tradición dar un pequeño óbolo y rezar una oración por la salvación de las almas que se encuentran en el Purgatorio.

Gracias a ti también Contreras por tu escrito sobre Cuenca. Esto es fantástico amigos!, estoy deseando que llegue la noche para conectárme y leer todo lo que aqui escribis. Bona nit! es hora de ir a dormir. Adeu.