Todo un sentimiento..
Las Ermitas de Tierra de Campos no solo son vestigios históricos que nos hablan de la arquitectura y del arte religioso de épocas pasadas de esplendor.
Estos lugares del culto están dedicados a un Cristo, una Virgen o un santo concreto, se situan fuera de los núcleos de población, allí donde se produjo una aparición, ocurrio un milagro...
Cada Ermita nos envuelve en un halo de leyenda, sobrenatural y festivo que se revive cada año.
La Ermtia de nuestro Patrono San Bernardino de Siena, se encuentra situada a un kilómetro de Cuenca y al noroeste.
La leyenda y la tradición narran el origen de esta ermita.
En el año 1.450, Juán García, dijo a su hermano Fernando, que le ayudase a levantar una iglesia a San Bernardino. Su hermano Fernando no lo tomó en cuenta y cuando este estaba segando se puso mal de salud, entonces se le apareció San Bernardino con muchos frailes pidiéndole que hiciera cuanto le pedia su hermano Juán.
Su hermano Juán, pidió la sanación a Dios por intercesión de San Bernardino, y al concedérsele este milagro, comenzó la construcción de la actual ermita.
La ermita está compuesta por tres naves y el presbiterio y coro, cunta con unos frescos, (muy deteriorados) realizados en 1.707 por Alónso Gómez. El altar mayor de gusto barroco muestra en su centro la imagen de San Bernardino. A ambos lados de este Santo Domingo de Guzman y San Juán de Capistrano. El altan mayor data del siglo XIX, traido del convento de Nuestra Señora de los Angeles de Castromocho (Palencia)
En el coro, cerrado por una reja de hierro, hay un órgano (muy deteriorado) donado en 1.863.
Las Ermitas de Tierra de Campos no solo son vestigios históricos que nos hablan de la arquitectura y del arte religioso de épocas pasadas de esplendor.
Estos lugares del culto están dedicados a un Cristo, una Virgen o un santo concreto, se situan fuera de los núcleos de población, allí donde se produjo una aparición, ocurrio un milagro...
Cada Ermita nos envuelve en un halo de leyenda, sobrenatural y festivo que se revive cada año.
La Ermtia de nuestro Patrono San Bernardino de Siena, se encuentra situada a un kilómetro de Cuenca y al noroeste.
La leyenda y la tradición narran el origen de esta ermita.
En el año 1.450, Juán García, dijo a su hermano Fernando, que le ayudase a levantar una iglesia a San Bernardino. Su hermano Fernando no lo tomó en cuenta y cuando este estaba segando se puso mal de salud, entonces se le apareció San Bernardino con muchos frailes pidiéndole que hiciera cuanto le pedia su hermano Juán.
Su hermano Juán, pidió la sanación a Dios por intercesión de San Bernardino, y al concedérsele este milagro, comenzó la construcción de la actual ermita.
La ermita está compuesta por tres naves y el presbiterio y coro, cunta con unos frescos, (muy deteriorados) realizados en 1.707 por Alónso Gómez. El altar mayor de gusto barroco muestra en su centro la imagen de San Bernardino. A ambos lados de este Santo Domingo de Guzman y San Juán de Capistrano. El altan mayor data del siglo XIX, traido del convento de Nuestra Señora de los Angeles de Castromocho (Palencia)
En el coro, cerrado por una reja de hierro, hay un órgano (muy deteriorado) donado en 1.863.