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CUENCA DE CAMPOS: DISPARIDAD EN LA EDIFICACIÓN...

DISPARIDAD EN LA EDIFICACIÓN

La disparidad en las edificaciones del mundo rural estan a la orden del día. Basta con hacer memoria o simplemente mirar las fotografías de hace años y nos daremos cuenta que antes había una uniformidad en las construcciones, una línea arquitéctonica basada en el material que la región proveía: barro y paja. Es normal por tanto, que todo se construyera con adobes. Evidentemente los tiempos cambian, los materiales evolucionan, y los gustos y las modas se imponen día tras día. El adobe como sabemos ya hace tiempo que no se utiliza y en su lugar ha entrado el ladrillo como lógico y natural sustituto. Lo malo es que el cambio se hizo y se sigue haciendo sin criterio alguno, y lo que es peor con dudosos gusto.

Se puden ver los parches de una edificación que dan la apariencia de abandono, de dejadez que es lo que provoca su sola visión. Parece un ejemplo de lo más extremo, pero lo grave es que en cada pueblo esto se repite en muchas edificaciones. No creo que cuando se construya o se reforme una casa, cueste mucho continuar la línea arquitectónica del lugar. se pueden adoptar los gustos de otras regiones, manteniendo la estructura y la base castellana, de probada sobriedad y solidez, pero todo ello sin renunciar a darles un toque diferente.

El encalado en blanco es una opción a la que recurrían hasta no hace muchos años para embellecer zaguanes, patios y demás. Si se hubiera extendido esa costumbre al resto de la casa, especialmente a las fachadas, resultaría agradable venir por la carretera y contemplar tu pueblo como un conjunto de casitas iguales más o menos blancas, con teja colorada y que produce una gran apariencia de limpieza y buen cuidado. Lo malo del encalado es que requiere un mantenimiento cada pocos años, algo en que por lo visto, el castellano no está dispuesto a pegarse ese tute, prefiere jugarlo.

Existen regiones en España, donde los ayuntamientos y las Comunidades Autónomas, obligan a construir o reformar de acuerdo a una normativa común propia del municipio. Ya se que las comparaciones son odiosas pero se debería tratar de tener una continuidad y una uniformidad en las edificaciones.

Referente al tema de las reformas en una vivienda, la mayoría de los ayuntamientos de ciertas autonomías conceden ayudas y bonificaciones para la adecuación de las fachadas, tejados e incluso cocinas y baños. ¿Es que aquí no hay eso? Pues a exigirlas, se ha dicho: el constribuyente tiene que notar y saber en que se gastan sus impuestos y el político tiene que demostrar que a la "caja" se le da un buen uso y no al revés.