El pato y la serpiente
A orillas de un estanque
diciendo estaba un pato:
¿A qué animal dio el cielo
los dones que me ha dado?
Soy de agua, tierra y aire.
Cuando de andar me canso,
si se me antoja, vuelo,
si se me antoja, nado.
Una serpiente astuta,
que le estaba escuchando,
le llamó con un silbo,
y le dijo: Seor guapo,
no hay que echar tantas plantas
pues ni anda como el gamo
ni vuela como el sacre,
ni nada como el barbo.
Y así tenga sabido
que lo importante y raro
no es entender de todo,
sino ser diestro en algo.
Más vale saber una cosa bien, que muchas mal.
Tomás de Iriarte
A orillas de un estanque
diciendo estaba un pato:
¿A qué animal dio el cielo
los dones que me ha dado?
Soy de agua, tierra y aire.
Cuando de andar me canso,
si se me antoja, vuelo,
si se me antoja, nado.
Una serpiente astuta,
que le estaba escuchando,
le llamó con un silbo,
y le dijo: Seor guapo,
no hay que echar tantas plantas
pues ni anda como el gamo
ni vuela como el sacre,
ni nada como el barbo.
Y así tenga sabido
que lo importante y raro
no es entender de todo,
sino ser diestro en algo.
Más vale saber una cosa bien, que muchas mal.
Tomás de Iriarte