"P R O F E C Í A"
Me lo contaron ayer
las lénguas de doble filo
que te casaste hace un mes,
y me quedé tan tranquilo.
Otro cualquiera en mi caso
se hubiera echao a llorar
yo cruzándome de brazos
dije que me daba igual.
Nada de pegarme un tiro
ni enredarme el maldiciones
ni apedrear con suspiros
los vídrios de tus balcones.
¿Que te has casao?, buena suerte
vive cien años contenta
y a la hora de tu muerte
Dios no te lo tenga en cuenta.
Que si al pie de los altares
mi nombre se te borró
por la gloria de mi mare
que no te guardo rencor.
Por que sin ser tu mario,
ni tu novio, ni tu amante,
soy yo el que más te ha querío,
con eso tengo bastánte.
Y haciendo un poco de historia
nos volveremos atrás
para recordar la gloria
de mis días de chaval.
¿Qué tiene el niño, Malena
que anda como trastornao
le encuentro con cara de pena
y el colorcillo quebrao.
Y ya no juega a la trompa,
ni tira piedras al río,
ni se destroza la ropa
subiéndose a cojer níos
¿no te parece a tí extraño
no es una cosa muy rara
que un chaval con doce años
lleve tan triste la cara?.
Mira que soy perro viejo
y estás demasiado tranquila
¿quieres que te de un consejo?
vigila, mujer, vigila.
Y fueron dos centinelas
los ojitos de mi mare
cuando sale de la escuela
y se va a los olivares
¿y qué es lo que busca allí?
el niño busca a una niña
con el mismo tiempo que él.
José Miguel, no le riñas
que está empezando a querer
mi padre encendió un pitillo,
se enteró bien de su nombre
y te compró unos zarzillos
y a mí un pantalón de hombre.
Yo no te dije; TE ADORO
pero amarré en tu balcón
mi lazo de seda y oro
de mi primera comunión.
Y tú, fina y orgullosa
me ofreciste en recompensa
dos cintas color de rosa
que engalanaban tus trenzas.
rafael de León.
Me lo contaron ayer
las lénguas de doble filo
que te casaste hace un mes,
y me quedé tan tranquilo.
Otro cualquiera en mi caso
se hubiera echao a llorar
yo cruzándome de brazos
dije que me daba igual.
Nada de pegarme un tiro
ni enredarme el maldiciones
ni apedrear con suspiros
los vídrios de tus balcones.
¿Que te has casao?, buena suerte
vive cien años contenta
y a la hora de tu muerte
Dios no te lo tenga en cuenta.
Que si al pie de los altares
mi nombre se te borró
por la gloria de mi mare
que no te guardo rencor.
Por que sin ser tu mario,
ni tu novio, ni tu amante,
soy yo el que más te ha querío,
con eso tengo bastánte.
Y haciendo un poco de historia
nos volveremos atrás
para recordar la gloria
de mis días de chaval.
¿Qué tiene el niño, Malena
que anda como trastornao
le encuentro con cara de pena
y el colorcillo quebrao.
Y ya no juega a la trompa,
ni tira piedras al río,
ni se destroza la ropa
subiéndose a cojer níos
¿no te parece a tí extraño
no es una cosa muy rara
que un chaval con doce años
lleve tan triste la cara?.
Mira que soy perro viejo
y estás demasiado tranquila
¿quieres que te de un consejo?
vigila, mujer, vigila.
Y fueron dos centinelas
los ojitos de mi mare
cuando sale de la escuela
y se va a los olivares
¿y qué es lo que busca allí?
el niño busca a una niña
con el mismo tiempo que él.
José Miguel, no le riñas
que está empezando a querer
mi padre encendió un pitillo,
se enteró bien de su nombre
y te compró unos zarzillos
y a mí un pantalón de hombre.
Yo no te dije; TE ADORO
pero amarré en tu balcón
mi lazo de seda y oro
de mi primera comunión.
Y tú, fina y orgullosa
me ofreciste en recompensa
dos cintas color de rosa
que engalanaban tus trenzas.
rafael de León.