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CUENCA DE CAMPOS: Perdonar...

Perdonar
Cuando perdonamos nos hacemos superiores a nosotros mismos.
Quien no perdona a tiempo, sufre un tiempo.
Aquél que no perdona a otros, destruye el puente sobre el cual él mismo debe pasar; porque todos los hombres necesitamos ser perdonados.
Perdonar es vencer.
¿Quién necesita piedad, sino aquellos que no tienen compasión de nadie?
Quien perdona todo ha debido perdonarse todo.
Todo le es perdonado a quien no se perdona nada a sí mismo.
Perdonar supone siempre un poco de olvido, un poco de desprecio y un mucho de comodidad.
Solemos perdonar a los que nos aburren, pero no perdonamos a los que aburrimos.
Ellos son el primer motivo de todos tus problemas, son la principal causa de errores y fracasos, son como un cáncer que te corroe el alma. Perdona.
Perdonar es el valor de los valientes. Solamente aquel que es bastante fuerte para perdonar una ofensa, sabe amar.
Perdona a todos tus enemigos, pero no olvides sus nombres.