La reconversión de los pueblos
Voy a contar como veo desde mi punto de vista la reconversión agraria en nuestra tierra. Posiblemente otros tendrán otro punto de vista completamente diferente.
Lo que noto principalmente en mi pueblo y los alrededores; es decir Tierra de Campos; es que cada vez somos menos. El goteo de pérdida de personas es constante y sobre todo se nota en las personas jóvenes. El pesimismo se ha instalado permanentemente. Es como un enfermo terminal que sabe conscientemente cual va a ser su final, que la batalla la tiene perdida. Cuesta enormemente pensar, organizarse, imaginar salidas a este estancamiento perenne.
También noto la hipocresía de las instituciones políticas, su doble lenguaje que esconde una despreocupación real del problema. La mayoría ni viven, ni conocen realmente el problema. Solamente nos utilizan como argumento en los debates y en las descalificaciones entre ellos. Pero no toman medidas reales como las inversiones que no agudizarían tanto el proceso de despoblación. Pero presiento que de ellos se puede esperar poco.
Es verdad que los pueblos parecen más cuidados: se han arreglado casas, las iglesias se han restaurado, se han hecho parques, los coches son mas grandes, los tractores más potentes, máquinas que no caben en la carretera..... etc. Algunos han hecho una gran inversión, su hipoteca va a ser para toda la vida. Por eso les va mucho el futuro de los pueblos. Esos son los que se les ve en las manifestaciones, los que organizan candidaturas cuando llegan las municipales, los que quieren hacer algo por los pueblos. Son los que valoran mucho esto y los que tienen ganas de vivir y aportar su tiempo, su fuerza y su economía en levantar este mundo rural. Ellos son los que están convencidos de su estilo de vida, pero que les duele que los demás no sepamos ver lo que ellos ven.
Como he dicho anteriormente, esto es mi punto de vista y desde mi pueblo. Creo que la uniformidad que había en todos los pueblos se ha roto o quizás nunca la hubo. Cada pueblo y las personas que lo habitan se construyen a si mismo. Pero lo verdaderamente real, es que un pueblo lo tenemos que hacer que sea agradable, para atraer a la gente y tener futuro
Voy a contar como veo desde mi punto de vista la reconversión agraria en nuestra tierra. Posiblemente otros tendrán otro punto de vista completamente diferente.
Lo que noto principalmente en mi pueblo y los alrededores; es decir Tierra de Campos; es que cada vez somos menos. El goteo de pérdida de personas es constante y sobre todo se nota en las personas jóvenes. El pesimismo se ha instalado permanentemente. Es como un enfermo terminal que sabe conscientemente cual va a ser su final, que la batalla la tiene perdida. Cuesta enormemente pensar, organizarse, imaginar salidas a este estancamiento perenne.
También noto la hipocresía de las instituciones políticas, su doble lenguaje que esconde una despreocupación real del problema. La mayoría ni viven, ni conocen realmente el problema. Solamente nos utilizan como argumento en los debates y en las descalificaciones entre ellos. Pero no toman medidas reales como las inversiones que no agudizarían tanto el proceso de despoblación. Pero presiento que de ellos se puede esperar poco.
Es verdad que los pueblos parecen más cuidados: se han arreglado casas, las iglesias se han restaurado, se han hecho parques, los coches son mas grandes, los tractores más potentes, máquinas que no caben en la carretera..... etc. Algunos han hecho una gran inversión, su hipoteca va a ser para toda la vida. Por eso les va mucho el futuro de los pueblos. Esos son los que se les ve en las manifestaciones, los que organizan candidaturas cuando llegan las municipales, los que quieren hacer algo por los pueblos. Son los que valoran mucho esto y los que tienen ganas de vivir y aportar su tiempo, su fuerza y su economía en levantar este mundo rural. Ellos son los que están convencidos de su estilo de vida, pero que les duele que los demás no sepamos ver lo que ellos ven.
Como he dicho anteriormente, esto es mi punto de vista y desde mi pueblo. Creo que la uniformidad que había en todos los pueblos se ha roto o quizás nunca la hubo. Cada pueblo y las personas que lo habitan se construyen a si mismo. Pero lo verdaderamente real, es que un pueblo lo tenemos que hacer que sea agradable, para atraer a la gente y tener futuro