Tú que eres el Amor de la insistencia,
aletean a tu contorno los halos osados
como los laboriosos pichones heraldos
que donan dos letras a correspondencia.
Mi ósculo acaricia tus labios encarnados
como los rascacielos besan el garzo cielo,
como el arco iris besa los oteros soleados.
¡Ay cielo, cómo te amo Venus de Milo!
Tu amor es como la brizna de la luna
y es absurdo confundirte con la galaxia.
¡Flor de almendro, eres algodón de cuna!
En el horizonte, la marea está alta,
el mirlo acuático espera la llegada
de la cigüeña nacárea y esculturada.
aletean a tu contorno los halos osados
como los laboriosos pichones heraldos
que donan dos letras a correspondencia.
Mi ósculo acaricia tus labios encarnados
como los rascacielos besan el garzo cielo,
como el arco iris besa los oteros soleados.
¡Ay cielo, cómo te amo Venus de Milo!
Tu amor es como la brizna de la luna
y es absurdo confundirte con la galaxia.
¡Flor de almendro, eres algodón de cuna!
En el horizonte, la marea está alta,
el mirlo acuático espera la llegada
de la cigüeña nacárea y esculturada.