Después de leer el mensaje escrito a las 20:08, he querido copiar de internet la entrevista hecha a Julio Vibot Tristán en su totalidad. No olvidemos que se trata de un HIJO PREDILECTO DE CUENCA DE CAMPOS.
En la entrevista me llama la atención, que no se nombre en ningún momento a CUENCA DE CAMPOS.
Yo pienso que JULIO sigue teniendo una espina clavada con el pueblo que le vio nacer. También puede ser que no esté en condiciones de recordar todo su pasado, y la prueba de ello es que cuando el periodista habla del actual museo de VILLALÓN, y dice que hay piezas de su hermano, JULIO no puntualiza nada al respecto, y todos sabemos que VIBOT de VILLALÓN, no era hermano de JULIO.
Pienso que el día 28 de noviembre puede ser la última oportunidad que tenga el Ayuntamiento de Cuenca de Campos, para saldar una deuda adquirida con Julio Vibot.
Espero y deseo, que la corporación municipal de Cuenca de Campos con su alcalde a la cabeza, esté presente el viernes 28 en el homenaje que el Ayuntamiento de Palencia rinde a nuestro paisano.
Aquí os dejo la entrevista completa.
JULIO VIBOT TRISTÁN ARTESANO DEL CALZADO Y PERSONA MAYOR DEL AÑO 2008
«Me paso día y noche pensando en mi trabajo, aunque ya no puedo hacerlo»
Julio Vibot confía en que la tradición del calzado artesano no se pierda
Cerró su taller de la calle Barrio y Mier hace ahora diez años y su afamada colección de zapatos, que presentaba un recorrido a través de la historia de esta prenda de vestir y que contaba con piezas elaboradas especialmente para el Rey Don Juan Carlos, el Papa Juan Pablo II o Teresa de Calcuta, fue trasladada al Museo Nacional del Calzado de Elda, en donde puede visitarse en una sala que lleva el nombre de esta artesano de origen vallisoletano, pero de alma palentina. Julio Vibot, que ahora vive en la Residencia de San Bernabé de Palencia, ha sido nombrado por el Ayuntamiento Persona Mayor del 2008, por lo que recibirá un homenaje el viernes 28 de noviembre.
- ¿Cómo recibe este homenaje?
-Pues hombre, lo recibo con mucha alegría y mucha satisfacción, porque no me lo esperaba. Fue una gran sorpresa, y ni siquiera tengo muy claro lo que tengo que hacer ni lo que voy a decir. Porque sí me gustaría que mis palabras llegaran al corazón de todos. Pero no es fácil.
-Hablando con la pasión que habla de Palencia y de su profesión...
-Claro, pero encontrar las palabras adecuadas no es fácil, no es nada fácil.
- ¿Y por qué cree que el Ayuntamiento se ha acordado ahora de usted?
-Supongo que porque ha sido toda una vida dedicada a la artesanía del calzado a la medida y ortopédico para deformidades del pie. Además, he sido expositor en países como Italia, Alemania, Bélgica, Holanda, Checoslovaquia, Hungría, Polonia, Rusia y Estados Unidos. He dado conferencias sobre la anatomía del pie a la ciencia médica. Y entiendo que este reconocimiento es para personas que han trabajado y sobresalido y que han dejado toda su vida por el nombre de Palencia, y quizá por eso no es tan extraño que al final te lo reconozcan.
-Porque reconocimientos en su vida ha tenido muchos...
-Muchísimos, ya ni siquiera puedo recordarlos.
-Su legado, su colección de zapatos al final terminó en el Museo del Calzado de Elda, ¿qué pasó para que no pudiera quedarse en el convento de las clarisas de Astudillo, como fue su primera intención?
-Elda puede estar lejos, pero es un museo donde lo pueden ver muchas personas, y creo que es el mejor sitio. Porque en el convento no cuajó, porque no cabía. Las hermanas me lo pidieron y me convencieron, me dijeron que lo iban a tratar con mucho mimo y que iba a estar muy seguro. Ante estas razones poderosas, yo me rendí. Pero resulta que no cabe en una cosa histórica, no queda bien. Si fuera una colección de santos, todavía, pero no quedaba bien. Y en Elda está muy bien, mejor que en ninguna parte.
-En la cuna del calzado español...
-Claro.
- ¿Y qué le parece la iniciativa de su sobrina de crear un museo del calzado en el municipio vallisoletano de Villalón de Campos, con piezas de su propio hermano y de otro artesano palentino como es Pedro Lozano?
-Pues muy bien. Para que siga la tradición familiar y esto no se pierda, porque es muy difícil conservar estos oficios artesanos.
-Después de diez años de jubilación, ¿echa de menos su trabajo?
-Cómo no lo voy a echar. Si estoy pensando en ello todo el tiempo. Es en lo único pienso. Día y noche, pero como ya no tengo taller no puedo seguir trabajando. Pero me acuerdo continuamente, y como ahora casi no duermo, paso las noches recordando aquellos años en los que yo aprendía con mi padre en su taller y le ayudaba.
-Como experto en zapatos podrá decirme cuál es la mejor piel...
-Hombre, la mejor piel, para comodidad y eso, es el tafilete, que es piel de cabra, que es fino, pero a la vez tiene cuerpo para que no haga arrugas el zapato y se conjuguen las dos cosas: la comodidad con la belleza.
- ¿Dónde cree que se hacen los mejores zapatos de España?
-A mí me parece que en Elda, aunque también en Menorca se hacen auténticas maravillas, y tienen que seguir haciéndolas para que esto no acabe nunca.
- ¿Cree usted eso de que los zapatos italianos son los mejores del mundo?
-Pues tal vez sí, porque como creadores, en todo, son magníficos
En la entrevista me llama la atención, que no se nombre en ningún momento a CUENCA DE CAMPOS.
Yo pienso que JULIO sigue teniendo una espina clavada con el pueblo que le vio nacer. También puede ser que no esté en condiciones de recordar todo su pasado, y la prueba de ello es que cuando el periodista habla del actual museo de VILLALÓN, y dice que hay piezas de su hermano, JULIO no puntualiza nada al respecto, y todos sabemos que VIBOT de VILLALÓN, no era hermano de JULIO.
Pienso que el día 28 de noviembre puede ser la última oportunidad que tenga el Ayuntamiento de Cuenca de Campos, para saldar una deuda adquirida con Julio Vibot.
Espero y deseo, que la corporación municipal de Cuenca de Campos con su alcalde a la cabeza, esté presente el viernes 28 en el homenaje que el Ayuntamiento de Palencia rinde a nuestro paisano.
Aquí os dejo la entrevista completa.
JULIO VIBOT TRISTÁN ARTESANO DEL CALZADO Y PERSONA MAYOR DEL AÑO 2008
«Me paso día y noche pensando en mi trabajo, aunque ya no puedo hacerlo»
Julio Vibot confía en que la tradición del calzado artesano no se pierda
Cerró su taller de la calle Barrio y Mier hace ahora diez años y su afamada colección de zapatos, que presentaba un recorrido a través de la historia de esta prenda de vestir y que contaba con piezas elaboradas especialmente para el Rey Don Juan Carlos, el Papa Juan Pablo II o Teresa de Calcuta, fue trasladada al Museo Nacional del Calzado de Elda, en donde puede visitarse en una sala que lleva el nombre de esta artesano de origen vallisoletano, pero de alma palentina. Julio Vibot, que ahora vive en la Residencia de San Bernabé de Palencia, ha sido nombrado por el Ayuntamiento Persona Mayor del 2008, por lo que recibirá un homenaje el viernes 28 de noviembre.
- ¿Cómo recibe este homenaje?
-Pues hombre, lo recibo con mucha alegría y mucha satisfacción, porque no me lo esperaba. Fue una gran sorpresa, y ni siquiera tengo muy claro lo que tengo que hacer ni lo que voy a decir. Porque sí me gustaría que mis palabras llegaran al corazón de todos. Pero no es fácil.
-Hablando con la pasión que habla de Palencia y de su profesión...
-Claro, pero encontrar las palabras adecuadas no es fácil, no es nada fácil.
- ¿Y por qué cree que el Ayuntamiento se ha acordado ahora de usted?
-Supongo que porque ha sido toda una vida dedicada a la artesanía del calzado a la medida y ortopédico para deformidades del pie. Además, he sido expositor en países como Italia, Alemania, Bélgica, Holanda, Checoslovaquia, Hungría, Polonia, Rusia y Estados Unidos. He dado conferencias sobre la anatomía del pie a la ciencia médica. Y entiendo que este reconocimiento es para personas que han trabajado y sobresalido y que han dejado toda su vida por el nombre de Palencia, y quizá por eso no es tan extraño que al final te lo reconozcan.
-Porque reconocimientos en su vida ha tenido muchos...
-Muchísimos, ya ni siquiera puedo recordarlos.
-Su legado, su colección de zapatos al final terminó en el Museo del Calzado de Elda, ¿qué pasó para que no pudiera quedarse en el convento de las clarisas de Astudillo, como fue su primera intención?
-Elda puede estar lejos, pero es un museo donde lo pueden ver muchas personas, y creo que es el mejor sitio. Porque en el convento no cuajó, porque no cabía. Las hermanas me lo pidieron y me convencieron, me dijeron que lo iban a tratar con mucho mimo y que iba a estar muy seguro. Ante estas razones poderosas, yo me rendí. Pero resulta que no cabe en una cosa histórica, no queda bien. Si fuera una colección de santos, todavía, pero no quedaba bien. Y en Elda está muy bien, mejor que en ninguna parte.
-En la cuna del calzado español...
-Claro.
- ¿Y qué le parece la iniciativa de su sobrina de crear un museo del calzado en el municipio vallisoletano de Villalón de Campos, con piezas de su propio hermano y de otro artesano palentino como es Pedro Lozano?
-Pues muy bien. Para que siga la tradición familiar y esto no se pierda, porque es muy difícil conservar estos oficios artesanos.
-Después de diez años de jubilación, ¿echa de menos su trabajo?
-Cómo no lo voy a echar. Si estoy pensando en ello todo el tiempo. Es en lo único pienso. Día y noche, pero como ya no tengo taller no puedo seguir trabajando. Pero me acuerdo continuamente, y como ahora casi no duermo, paso las noches recordando aquellos años en los que yo aprendía con mi padre en su taller y le ayudaba.
-Como experto en zapatos podrá decirme cuál es la mejor piel...
-Hombre, la mejor piel, para comodidad y eso, es el tafilete, que es piel de cabra, que es fino, pero a la vez tiene cuerpo para que no haga arrugas el zapato y se conjuguen las dos cosas: la comodidad con la belleza.
- ¿Dónde cree que se hacen los mejores zapatos de España?
-A mí me parece que en Elda, aunque también en Menorca se hacen auténticas maravillas, y tienen que seguir haciéndolas para que esto no acabe nunca.
- ¿Cree usted eso de que los zapatos italianos son los mejores del mundo?
-Pues tal vez sí, porque como creadores, en todo, son magníficos