Pues sí,
amigo Piratín; en efecto, la pierna de quien está subido en el andamio, es exactamente de Fernando, el hijo de María, y tambien el señor Pascual tendría algo que ver, ¿no, amigo?; que por cierto, el amigo Fernando se llevó un buen susto cuando disparé el flas, puesto que estaba de espaldas y creyó que era un relámpago, o algo parecido.
Tambien estuvo acompañandome un buen rato en la
bodega, mi buen amigo Aderito, y que como siempre suele hacer, nos ilustra con cosas de
Cuenca, de las que
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