Amigo MARWEN.
Ayer preguntabas si alguien en Cuenca de Campos hubiera jugado esa partida. Estoy convencido que no.
Yo no puedo opinar por los demás, pero personalmente y aunque el afectado no tuviera ninguna relación conmigo, estaría muchos días con un gran malestar que me impediría llevar una vida normal.
Si lo piensas, es muy duro que todavía con el cuerpo presente en las puertas del bar, sus "amigos", jueguen una partida como si nada hubiera pasado. Es lo que algunos llaman "normalidad".
Si en la puerta de ese bar, un coche hubiera atropellado a un gato o a un perro, estoy seguro que hubieran retrasado unos minutos la partida y hubieran recriminado al conductor del coche por su excesiva velocidad.
Y luego nos quieren convencer de la "normalidad"pues yo no me lo creo.
Un saludo.
Ayer preguntabas si alguien en Cuenca de Campos hubiera jugado esa partida. Estoy convencido que no.
Yo no puedo opinar por los demás, pero personalmente y aunque el afectado no tuviera ninguna relación conmigo, estaría muchos días con un gran malestar que me impediría llevar una vida normal.
Si lo piensas, es muy duro que todavía con el cuerpo presente en las puertas del bar, sus "amigos", jueguen una partida como si nada hubiera pasado. Es lo que algunos llaman "normalidad".
Si en la puerta de ese bar, un coche hubiera atropellado a un gato o a un perro, estoy seguro que hubieran retrasado unos minutos la partida y hubieran recriminado al conductor del coche por su excesiva velocidad.
Y luego nos quieren convencer de la "normalidad"pues yo no me lo creo.
Un saludo.