Corazón, corazón martirizado
Por todos los dolores…
Un jardín otoñal abandonado,
Sin aves y sin flores.
Las largas avenidas de las citas,
Hoy mudas y desiertas,
Recuerdan, con su olor a hojas marchitas,
Un cementerio de esperanzas muertas,
E inmóviles, los arboles escuetos,
En gris niebla amortajados
Parecen esqueletos
En gesto de dolor petrificados.
Y el agua, que solloza desolada,
Al salpicar el mármol de la fuente,
Es una alma celosa, condenada
A llorar su traición eternamente.
Blancas manos de sueños que cuidasteis
Del jardín de mis últimos amores,
¿Por qué, por qué dejasteis
Secar las ramas y morir las flores?
¡Oh, pobre jardinera,
Hoy vagas por el parque silencioso,
Como un fantasma de la Primavera,
Sin tener una rosa
Con que adornar tu negra cabellera!
Las flores que al invierno abandonaste,
Cuando las pisas gimen apagadas…
¿Por qué, por qué tan pronto nos dejaste
Morir, bajo la lluvia deshojadas?
Y tal vez al cruzar una avenida
Te quedaras temblando,
Al contemplar bajo tus pies sangrando
La pálida cabeza de tu suicida…
Corazón, corazón martirizado
Por todos los dolores…
Un jardín otoñal abandonado,
Sin aves y sin flores.
F. V
Por todos los dolores…
Un jardín otoñal abandonado,
Sin aves y sin flores.
Las largas avenidas de las citas,
Hoy mudas y desiertas,
Recuerdan, con su olor a hojas marchitas,
Un cementerio de esperanzas muertas,
E inmóviles, los arboles escuetos,
En gris niebla amortajados
Parecen esqueletos
En gesto de dolor petrificados.
Y el agua, que solloza desolada,
Al salpicar el mármol de la fuente,
Es una alma celosa, condenada
A llorar su traición eternamente.
Blancas manos de sueños que cuidasteis
Del jardín de mis últimos amores,
¿Por qué, por qué dejasteis
Secar las ramas y morir las flores?
¡Oh, pobre jardinera,
Hoy vagas por el parque silencioso,
Como un fantasma de la Primavera,
Sin tener una rosa
Con que adornar tu negra cabellera!
Las flores que al invierno abandonaste,
Cuando las pisas gimen apagadas…
¿Por qué, por qué tan pronto nos dejaste
Morir, bajo la lluvia deshojadas?
Y tal vez al cruzar una avenida
Te quedaras temblando,
Al contemplar bajo tus pies sangrando
La pálida cabeza de tu suicida…
Corazón, corazón martirizado
Por todos los dolores…
Un jardín otoñal abandonado,
Sin aves y sin flores.
F. V