Cierto que estas fechas, muchos procuramos bañarlas en alegría... pero: ¿que son de los llantos acusadores, que brotan en alguna parte? ¿Se cantan villancicos en todos los hogares? ¿Que de las personas, como único hogar, es un cielo oscurecido, frío y que poseen por tejado las estrellas. Leo en alguna parte, que, a cada segundo nace un niño, a la vez, que otros u otros se van sin haber, tan siquiera aprendido a sonreír...
A cada segundo, nace uno mil niños.
A cada segundo, una madre se desgrana
en mil segundos: tan, tan de las campanas
pronunciando otras mil lágrimas y gritos.
Grito en la áspera, llanura de los siglos.
Grito en las calles, largas y amargas.
Grito de la madre en la choza o la cabaña.
Grito en los costados malheridos.
Es el grito del hambre en el frío.
Es el grito acusador a cada Alba.
Es el grito de una madre golpeada
por el loco girar de los molinos.
Es de aspas, antiguas, los chirridos.
Son gemidos en las horas: horas largas.
Son gemidos del silencio; hablan, hablan...
sin que dioses les presten sus oídos.
Son gritos del silencio: muere un niño
a cada segundo: a cada instante desgarrada
llama... clama al cielo. el cielo calla
impasible al dolor de sus gemidos.
Impasible el Cielo azul y muy vestido
de estrellas... y belenes... Y guirnaldas.
Impasibles, hacia el cuerpo que se acaba
pronunciando su último latido.
JM (LIBERTAD)
A cada segundo, nace uno mil niños.
A cada segundo, una madre se desgrana
en mil segundos: tan, tan de las campanas
pronunciando otras mil lágrimas y gritos.
Grito en la áspera, llanura de los siglos.
Grito en las calles, largas y amargas.
Grito de la madre en la choza o la cabaña.
Grito en los costados malheridos.
Es el grito del hambre en el frío.
Es el grito acusador a cada Alba.
Es el grito de una madre golpeada
por el loco girar de los molinos.
Es de aspas, antiguas, los chirridos.
Son gemidos en las horas: horas largas.
Son gemidos del silencio; hablan, hablan...
sin que dioses les presten sus oídos.
Son gritos del silencio: muere un niño
a cada segundo: a cada instante desgarrada
llama... clama al cielo. el cielo calla
impasible al dolor de sus gemidos.
Impasible el Cielo azul y muy vestido
de estrellas... y belenes... Y guirnaldas.
Impasibles, hacia el cuerpo que se acaba
pronunciando su último latido.
JM (LIBERTAD)