¿Llegará algún día la revolución rural?
Muchas veces pensamos que el vivir en un pueblo conlleva una especie de ideología integrista de lo tradicional y conservador. Como si estuviéramos siempre en contra de lo urbano y lo moderno. Y nunca más lejos de la realidad.
Nos gusta vivir mucho de tópicos, porque es mucho más cómodo que inventar esquemas nuevos. Asi asumimos que pueblo pequeño lleva consigo un modo de vida conservacionista con muchas cortapisas ante la prosperidad y el progreso. Pero lo curioso es que de algún modo en el subconsciente asumimos la vida rural como encorsetada en unos cánones que los de la ciudad nos han elaborado cuando visitan el "campo". Para ellos es como visitar una isla exótica donde se ven de cerca a los aborígenes en su medio natural. Estos incursionistas son los que con su autoestima superior han llegado a creer que los hombres del medio rural son personajes etnográficos. Pero nosotros somos ciudadanos como los de las ciudades por mucho que quieran hacernos creer que somos otra cosa. El peligro esta en que si te dicen: "Tonto" y te lo repiten constantemente al final acabas siéndolo. Además tenemos el concepto de "Pueblerino" que no nos beneficia nada en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. Lo mismo significa: "Que vive o ha nacido en un pueblo" como "paleto, que no sabe comportarse en ciertos ambientes o se escandaliza con las cosas de la vida moderna". Fijémonos en el significado al que ha llegado este término. Lo mismo vale para designar el lugar de residencia o de nacimiento, que para definir otro tipo totalmente diferente que es el retrasado paleto o rústico en su peor matiz.
La revolución rural no ha llegado ni tan siquiera tiene ideario. Los ácaros anclados en esas tradiciones a ultranza y contra viento y marea son los obstáculos que impiden la actualización. Nos revelamos contra los "forasteros" que vienen a incordiarnos en nuestra apacible vida rural, porque reclaman mejores servicios, arrasan con la caza, con los caracoles.... etc para luego irse por donde han venido. Pero todos los que vivimos en el mundo rural tenemos que tener en cuenta que ni el mundo natural es patrimonio exclusivo de los habitantes de los pueblos, ni estos merecen tener menor calidad de vida que cualquiera otras formas de vivir. Si no se cumple esto, nunca podremos cambiar las definiciones de los diccionarios. Tradiciones las justas.
Muchas veces pensamos que el vivir en un pueblo conlleva una especie de ideología integrista de lo tradicional y conservador. Como si estuviéramos siempre en contra de lo urbano y lo moderno. Y nunca más lejos de la realidad.
Nos gusta vivir mucho de tópicos, porque es mucho más cómodo que inventar esquemas nuevos. Asi asumimos que pueblo pequeño lleva consigo un modo de vida conservacionista con muchas cortapisas ante la prosperidad y el progreso. Pero lo curioso es que de algún modo en el subconsciente asumimos la vida rural como encorsetada en unos cánones que los de la ciudad nos han elaborado cuando visitan el "campo". Para ellos es como visitar una isla exótica donde se ven de cerca a los aborígenes en su medio natural. Estos incursionistas son los que con su autoestima superior han llegado a creer que los hombres del medio rural son personajes etnográficos. Pero nosotros somos ciudadanos como los de las ciudades por mucho que quieran hacernos creer que somos otra cosa. El peligro esta en que si te dicen: "Tonto" y te lo repiten constantemente al final acabas siéndolo. Además tenemos el concepto de "Pueblerino" que no nos beneficia nada en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. Lo mismo significa: "Que vive o ha nacido en un pueblo" como "paleto, que no sabe comportarse en ciertos ambientes o se escandaliza con las cosas de la vida moderna". Fijémonos en el significado al que ha llegado este término. Lo mismo vale para designar el lugar de residencia o de nacimiento, que para definir otro tipo totalmente diferente que es el retrasado paleto o rústico en su peor matiz.
La revolución rural no ha llegado ni tan siquiera tiene ideario. Los ácaros anclados en esas tradiciones a ultranza y contra viento y marea son los obstáculos que impiden la actualización. Nos revelamos contra los "forasteros" que vienen a incordiarnos en nuestra apacible vida rural, porque reclaman mejores servicios, arrasan con la caza, con los caracoles.... etc para luego irse por donde han venido. Pero todos los que vivimos en el mundo rural tenemos que tener en cuenta que ni el mundo natural es patrimonio exclusivo de los habitantes de los pueblos, ni estos merecen tener menor calidad de vida que cualquiera otras formas de vivir. Si no se cumple esto, nunca podremos cambiar las definiciones de los diccionarios. Tradiciones las justas.
Hola Francisco; yo tambien me uno al 100+100 referente a tu editorial de ayer día 21; pues realmente has dado de lleno en el clavo, y por todo ello te felicito, y te animo a que sigas con nosotros, pues nuestro foro necesita tambien personas como tú.
A pesar de vivir en la ciudad ya muchos años, yo tanbien me siento "paleto", y "pueblerino", y a mucha honra, pues ojalá que yo, si pudiera, bien que me gustaría vivir en mi pueblo, pero hay circunstáncias que me obligan a seguir viviendo en estos infernales asfaltos como son la mayoría de las ciudades.
Saludos cordiales.
A pesar de vivir en la ciudad ya muchos años, yo tanbien me siento "paleto", y "pueblerino", y a mucha honra, pues ojalá que yo, si pudiera, bien que me gustaría vivir en mi pueblo, pero hay circunstáncias que me obligan a seguir viviendo en estos infernales asfaltos como son la mayoría de las ciudades.
Saludos cordiales.
Saludos emigrante y compañia.
El que crea que vive mejor en la ciudad, me parece muy bien, yo particularmente
si algun dia tuviera que irme del pueblo lo pasaria mal.
El que crea que vive mejor en la ciudad, me parece muy bien, yo particularmente
si algun dia tuviera que irme del pueblo lo pasaria mal.