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Hoy día 4 festividad de San Francisco de Asís, me he levantado y no sé porque… mi corazón me decía que tenía que visitar a mis amigos franciscanos, y hoy era el día más propicio.
Bueno, sin pensármelo dos veces cogí el metro y me fui al colegio de San Buena Ventura c/ El Greco 16 de Madrid.
Llegue al colegio aproximadamente a las 12,45, con la intención de oír la Santa Misa en la iglesia de Santa Clara, y cuál fue mi sorpresa, al encontrar todo cerrado, lo único que vi fue a unos señores jugando al baloncesto, recordándonos a todos el espíritu olímpico de Madrid, aunque no sé porque razón o razones hay en las altas esferas del deporte, una y otra vez nos demuestran lo contrario.
A lo que voy, después de unas cuantas vueltas alrededor del colegio y no encontrar a nadie conocido, mi intención era volverme para casa un poco entristecido.
Al parecer San Bernardino habló con San Francisco, preguntándole ¿Qué hace este de mi pueblo por aquí sin saber qué hacer?
Y me dijo que fuese a la parroquia de Nuestra Señora del Rosario, a ver si por casualidad veía a alguien conocido; al entrar en la iglesia que estaba completamente abarrotada, ya empecé a respirar tranquilo, porque todos y muchos padres Franciscanos Menores Conventuales y de la Orden de los Terciarios Franciscanos estaban celebrando con toda solemnidad la Santa Misa en honor de su Santo Patrón.
Una vez finalizada la Santa Misa, pregunte a un padre joven, diciéndole quien era, por alguna persona que pudiera conocer y si había alguno de Cuenca de Campos, y me contestó, que de mi pueblo estaba el padre Bernardino y Emilio Crespo; y que habían salido con dirección a los sótanos que tiene la iglesia para tomar un refresco que ofrecían a todos, la Familia Franciscana, y me invito a bajar, ya en sótano, reconocí a Julián, y cuál fue mi sorpresa, que cuando estaba hablando con él, apareció Mariano Recio y después de un rato sin conocerme le dije quien era y se quedo muy sorprendido. Uno de mis mejores amigos que he tenido durante los años que estuve en el seminario, una gran persona y un buen amigo. Siempre nos aconsejaba y deseaba lo mejor para todos.
Como se hacía tarde nos fuimos con dirección al colegio de San Buena Ventura, hablando todo el camino de tiempos pasados.
En el colegio me presentó a Nicasio, que la verdad no le recocina, también estuvimos hablando de tiempos pasados.
Mariano se fue a reunirse con sus familiares y toda la comunidad franciscana y amigos para comer, yo me despedí de Nicasio hasta la próxima.
Y a la salida del colegio salió presuroso gritándome ¡Raúl, Raúl están aquí! eran el padre Bernardino y Emilio Crespo, ambos salieron como dos balas a recibirme al saber, que uno de su pueblo estaba allí, nos fundimos en un fuerte abrazo y tal fue la satisfacción y alegría que sentimos al vernos, que apenas articulábamos palabra.
Bueno, también Emilio me presento a un colaborador del foro de Cuenca de Campos “JJ”, que es de Carrión de los Condes (Palencia), un hombre muy afable que se apresuro a preguntarme por Reyes, dijo que le gustaría conocerla, que el muchas veces veía en los escritos Raúl y Reyes, y como a Raúl le conocía quería conocer a Reyes, me pareció una persona muy sencilla y muy culta, ¡Hombre claro! es de la cuna del marqués de Santillana, si la memoria no me falla ¿verdad?
Una vez finalizada la comida Emilio me estuvo enseñando el colegio que tiene unas vistas preciosas a la Casa de Campos.
Desde esta página quiero agradecer la acogida y el cariño, que me habéis mostrado en este día tan significativo para todos vosotros.
Un abrazo Raúl y saludos para todos
Bueno, sin pensármelo dos veces cogí el metro y me fui al colegio de San Buena Ventura c/ El Greco 16 de Madrid.
Llegue al colegio aproximadamente a las 12,45, con la intención de oír la Santa Misa en la iglesia de Santa Clara, y cuál fue mi sorpresa, al encontrar todo cerrado, lo único que vi fue a unos señores jugando al baloncesto, recordándonos a todos el espíritu olímpico de Madrid, aunque no sé porque razón o razones hay en las altas esferas del deporte, una y otra vez nos demuestran lo contrario.
A lo que voy, después de unas cuantas vueltas alrededor del colegio y no encontrar a nadie conocido, mi intención era volverme para casa un poco entristecido.
Al parecer San Bernardino habló con San Francisco, preguntándole ¿Qué hace este de mi pueblo por aquí sin saber qué hacer?
Y me dijo que fuese a la parroquia de Nuestra Señora del Rosario, a ver si por casualidad veía a alguien conocido; al entrar en la iglesia que estaba completamente abarrotada, ya empecé a respirar tranquilo, porque todos y muchos padres Franciscanos Menores Conventuales y de la Orden de los Terciarios Franciscanos estaban celebrando con toda solemnidad la Santa Misa en honor de su Santo Patrón.
Una vez finalizada la Santa Misa, pregunte a un padre joven, diciéndole quien era, por alguna persona que pudiera conocer y si había alguno de Cuenca de Campos, y me contestó, que de mi pueblo estaba el padre Bernardino y Emilio Crespo; y que habían salido con dirección a los sótanos que tiene la iglesia para tomar un refresco que ofrecían a todos, la Familia Franciscana, y me invito a bajar, ya en sótano, reconocí a Julián, y cuál fue mi sorpresa, que cuando estaba hablando con él, apareció Mariano Recio y después de un rato sin conocerme le dije quien era y se quedo muy sorprendido. Uno de mis mejores amigos que he tenido durante los años que estuve en el seminario, una gran persona y un buen amigo. Siempre nos aconsejaba y deseaba lo mejor para todos.
Como se hacía tarde nos fuimos con dirección al colegio de San Buena Ventura, hablando todo el camino de tiempos pasados.
En el colegio me presentó a Nicasio, que la verdad no le recocina, también estuvimos hablando de tiempos pasados.
Mariano se fue a reunirse con sus familiares y toda la comunidad franciscana y amigos para comer, yo me despedí de Nicasio hasta la próxima.
Y a la salida del colegio salió presuroso gritándome ¡Raúl, Raúl están aquí! eran el padre Bernardino y Emilio Crespo, ambos salieron como dos balas a recibirme al saber, que uno de su pueblo estaba allí, nos fundimos en un fuerte abrazo y tal fue la satisfacción y alegría que sentimos al vernos, que apenas articulábamos palabra.
Bueno, también Emilio me presento a un colaborador del foro de Cuenca de Campos “JJ”, que es de Carrión de los Condes (Palencia), un hombre muy afable que se apresuro a preguntarme por Reyes, dijo que le gustaría conocerla, que el muchas veces veía en los escritos Raúl y Reyes, y como a Raúl le conocía quería conocer a Reyes, me pareció una persona muy sencilla y muy culta, ¡Hombre claro! es de la cuna del marqués de Santillana, si la memoria no me falla ¿verdad?
Una vez finalizada la comida Emilio me estuvo enseñando el colegio que tiene unas vistas preciosas a la Casa de Campos.
Desde esta página quiero agradecer la acogida y el cariño, que me habéis mostrado en este día tan significativo para todos vosotros.
Un abrazo Raúl y saludos para todos