PERDÓN AMIGOS DE CUENCA DE CAMPOS.
Ayer, festividad de los Santos Inocentes, quise gastar una broma, y para ello tenía que hacerla creíble.
¿Qué mejor motivo que anunciar un premio, por otra parte inexistente, a nuestro común amigo, Antonio Escudero?
Todos, o casi todos, pensarían que, dada su labor en pro de los pueblos, nadie lo merecería mejor que él.
Así ha ocurrido. En verdad que al principio me asusté un poco por la avalancha de mensajes dejados en el foro de Santa Bárbara. Llegué a pensar que si lo leía la Señora Alcaldesa, pudiera molestarse. Pero recordé enseguida mi presentación ante ella y la acogida que me dispensó.
Una persona abierta y amable (no soy quien ni éste es el lugar para opinar de su acción política) enseguida se daría cuenta de la inocentada. Descarté entonces esa posibilidad de enojo.
Creo que el amigo Raúl algo presentía, pero siguió la broma.
Antonio seguramente pasaría todo el día en Santa Bárbara, porque no dio señales de vida en toda la jornada.
De cualquier forma ha servido para demostrar el gran afecto que le tenemos, aunque no creo que él dudara de ello.
De nuevo pido perdón a todos los amigos que, creyendo la noticia, han felicitado sinceramente a Antonio.
Aunque yo creo que a quien primero he de pedir perdón es al propio Antonio, por ser el objetivo de la broma.
Menos bonito, me podéis llamar lo que queráis, me lo tengo merecido.
Un abrazo de todo corazón. Agur.
Ayer, festividad de los Santos Inocentes, quise gastar una broma, y para ello tenía que hacerla creíble.
¿Qué mejor motivo que anunciar un premio, por otra parte inexistente, a nuestro común amigo, Antonio Escudero?
Todos, o casi todos, pensarían que, dada su labor en pro de los pueblos, nadie lo merecería mejor que él.
Así ha ocurrido. En verdad que al principio me asusté un poco por la avalancha de mensajes dejados en el foro de Santa Bárbara. Llegué a pensar que si lo leía la Señora Alcaldesa, pudiera molestarse. Pero recordé enseguida mi presentación ante ella y la acogida que me dispensó.
Una persona abierta y amable (no soy quien ni éste es el lugar para opinar de su acción política) enseguida se daría cuenta de la inocentada. Descarté entonces esa posibilidad de enojo.
Creo que el amigo Raúl algo presentía, pero siguió la broma.
Antonio seguramente pasaría todo el día en Santa Bárbara, porque no dio señales de vida en toda la jornada.
De cualquier forma ha servido para demostrar el gran afecto que le tenemos, aunque no creo que él dudara de ello.
De nuevo pido perdón a todos los amigos que, creyendo la noticia, han felicitado sinceramente a Antonio.
Aunque yo creo que a quien primero he de pedir perdón es al propio Antonio, por ser el objetivo de la broma.
Menos bonito, me podéis llamar lo que queráis, me lo tengo merecido.
Un abrazo de todo corazón. Agur.