MIRADAS BAJO LA NIEBLA DEL DUERO,
Aquellos viejos podadores de viñedos, que se afeitaban una vez a la semana, que sus zapatos gordos eran untados de tocino de culo de cerdo, que sus pellizas parecían estar echas para aguantar temperaturas bajo cero, y su piel de la cara requemada con esos vientos del norte que son heladores, es esa Castilla Sedienta y en verano polvorienta, donde se crían hombres, pero como decía mi maestro Don, Jesús Suarez, Castilla cría hombres, pero los gasta y quema. Esa Castilla ... (ver texto completo)
Aquellos viejos podadores de viñedos, que se afeitaban una vez a la semana, que sus zapatos gordos eran untados de tocino de culo de cerdo, que sus pellizas parecían estar echas para aguantar temperaturas bajo cero, y su piel de la cara requemada con esos vientos del norte que son heladores, es esa Castilla Sedienta y en verano polvorienta, donde se crían hombres, pero como decía mi maestro Don, Jesús Suarez, Castilla cría hombres, pero los gasta y quema. Esa Castilla ... (ver texto completo)