Qué agradable sorpresa: encontrarme con algo tan querido. No me lo esperaba, la verdad.
me encanta la
iglesia de mi
pueblo. Ha quedado preciosa. Un poco más, el
órgano, el piso, la
torre, y... ¡¡p e r f e c te a!!.
gracias, muchas gracias a todos los que nos han ayudado s conseguirlo. No sólo económicamente, que -por supuesto- también, sino, de forma especial hoy, a todos los que, una vez terminadas las obras, dedicaron su tiempo y su esfuerzo día tras día a dejarla tal como ahora la vemos:
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