FIESTAS EN GOMEZ NARRO.
El corazón de Castilla
mucho tiene que decir
con este gran pueblecito,
provincia: Valladolid.
Pueblecito digo yo
con cariño y sin pasión,
pues aún siendo muy pequeño
a mucha gente acogió.
De niño yo comparaba
con Medina y su estación,
tantos son los viajeros
de pueblos alrededor,
que los Domingos parece
ser del pueblo la función,
pues sus ventajas las tiene
por tener tren y estación,
y personas cariñosas
con buena disposición
de agradar al viajero
al volver de la estación.
Les ofrecen grandes juegos
que aceptan con ilusión,
seis juegan a la pelota
más de cien de espectador.
Otros al mus y a la brisca
de ocho y con gran emoción,
bolos, la calva y el baile,
del joven predilección.
Y pasando la Cuaresma
Pascua de Resurrección
aquello ya parecía
del cielo la bendición.
Se empezaba con la misa,
música y gran procesión.
Así comienza la fiesta,
Fiesta sin comparación,
En la que nunca faltaron
los bollos de gran sabor,
Los soplillos, las rosquillas;
siempre de gran tradición.
El que buen paladar tiene
dice con admiración:
“no hace falta preguntar,
de casa de Pepe son.”
Allí se encuentra limpieza
saber y gran ilusión
pues esto no se elabora
en todo el alrededor.
Y algo le hubiera faltado
si Eulogia no hubiera dado
con amor y con paciencia
el color más acertado.
Nadie como ella sabía
dar color a los soplillos,
magdalenas y moritos.
al pan, bollos y rosquillas.
Comidas estas delicias
si limonada bebías
derecho al baile te ibas,
bailabas… de coronilla.
¡Qué mozos tan generosos!
¡Qué gran orquesta traían!
Las mozas agradecidas,
gran merienda prometían.
También de todos los pueblos
mozos y mozas llegaban.
No se sienten forasteros,
les abrimos nuestras casas
La fiesta se engrandecía
hasta llegar la mañana.
No se va nadie a sus pueblos.
Todos contentos estaban.
Y llegando el tercer día
si de convidado estabas,
o pagabas las almendras
o en el regazal estabas.
No me quisiera olvidar
y quedar sin comentarlo:
tercer día también fue
siempre para los casados
La jota por despedida,
todos en corro bailando,
todos nos damos las gracias
y hasta de hoy en un año.
Las mozas muy bondadosas
a todos los mozos dieron
la merienda el Lunes de Aguas.
por la orquesta que trajeron
En un pinar muy hermoso
se daba la gran merienda
con limonada y en corro
y con baile terminaba.
V. Sobrino
El corazón de Castilla
mucho tiene que decir
con este gran pueblecito,
provincia: Valladolid.
Pueblecito digo yo
con cariño y sin pasión,
pues aún siendo muy pequeño
a mucha gente acogió.
De niño yo comparaba
con Medina y su estación,
tantos son los viajeros
de pueblos alrededor,
que los Domingos parece
ser del pueblo la función,
pues sus ventajas las tiene
por tener tren y estación,
y personas cariñosas
con buena disposición
de agradar al viajero
al volver de la estación.
Les ofrecen grandes juegos
que aceptan con ilusión,
seis juegan a la pelota
más de cien de espectador.
Otros al mus y a la brisca
de ocho y con gran emoción,
bolos, la calva y el baile,
del joven predilección.
Y pasando la Cuaresma
Pascua de Resurrección
aquello ya parecía
del cielo la bendición.
Se empezaba con la misa,
música y gran procesión.
Así comienza la fiesta,
Fiesta sin comparación,
En la que nunca faltaron
los bollos de gran sabor,
Los soplillos, las rosquillas;
siempre de gran tradición.
El que buen paladar tiene
dice con admiración:
“no hace falta preguntar,
de casa de Pepe son.”
Allí se encuentra limpieza
saber y gran ilusión
pues esto no se elabora
en todo el alrededor.
Y algo le hubiera faltado
si Eulogia no hubiera dado
con amor y con paciencia
el color más acertado.
Nadie como ella sabía
dar color a los soplillos,
magdalenas y moritos.
al pan, bollos y rosquillas.
Comidas estas delicias
si limonada bebías
derecho al baile te ibas,
bailabas… de coronilla.
¡Qué mozos tan generosos!
¡Qué gran orquesta traían!
Las mozas agradecidas,
gran merienda prometían.
También de todos los pueblos
mozos y mozas llegaban.
No se sienten forasteros,
les abrimos nuestras casas
La fiesta se engrandecía
hasta llegar la mañana.
No se va nadie a sus pueblos.
Todos contentos estaban.
Y llegando el tercer día
si de convidado estabas,
o pagabas las almendras
o en el regazal estabas.
No me quisiera olvidar
y quedar sin comentarlo:
tercer día también fue
siempre para los casados
La jota por despedida,
todos en corro bailando,
todos nos damos las gracias
y hasta de hoy en un año.
Las mozas muy bondadosas
a todos los mozos dieron
la merienda el Lunes de Aguas.
por la orquesta que trajeron
En un pinar muy hermoso
se daba la gran merienda
con limonada y en corro
y con baile terminaba.
V. Sobrino