Honquilana está muerto por culpa de los gobernantes tan nefastos que hemos tenido la mayor parte del tiempo en Castilla y León.No sólo esto es malo, sino que a otros pueblos que hay a su alrededor, como Muriel, Honcalada, San Pablo, etc. Van a correr la misma mala suerte.
Los alcaldes de la zona no son capaces de ver más allá de sus narices.Sus pueblos se mueren y con ellos sus ciudadanos.¿Qué es lo que se hace para evitarlo?. Absolutamente nada.Dicen algunos de estos alcaldes que sus ciudadanos les elijen porque conocen de su buen hacer, que están cerca de ellos, preocupándose por sus problemas. Viendo los resultados lo mejor sería que se dedicaran a otra cosa.
Ahora que mucha gente quiere volver a sus raices, ahora que hay tantos problemas para que los pocos jovenes que quedan en estos lugares accedan a una vivienda, ahora que los pocos niños que nacen en estos lugares tienen que coger el autobús todos los días para ir al colegio, que hacen nuestros alcaldes para evitarlo, pues tocarse las bolas.Tan díficil es tener alguna idea, no se puede facilitar terrenos a precio simbólico para que esos pocos jovenes que aún quedan pudieran construir su casa por poco precio en sus pueblos. A su vez estos jovenes tendrían sus hijos en estas localidades y se podrían recuperar algunos servicios y con ello aumentar el número de habitantes y por tanto también aumentarían las subvenciones estatales en razón del número de habitantes.
No se pueden facilitar ayudas y asesoramiento oficiales para que las personas emprendedoras que existen en todos estos sitios puedan montar sus pequeños negocios, como granjas, casas rurales, turismo local y monumental, ayuda a nuestros mayores, etc.
No ha llegado ya la hora de que estos alcaldes se pongan las pilas y no piensen solamente en utilizar sus cargos como trampolín para acceder a las Diputaciones para ver que es lo que cae en saco propio. Si lo anterior es díficil evitarlo porque la condición humana es débil, por lo menos disimulen un poco y hagan que algo de lo que caiga de lo público también sirva para que beneficie a sus ciudadanos.
Miren más allá de sus lombligos, hombres de cortas miras, pongan un poco de su "sapiencia" al servicio del sentido común, que por el hecho de ser común no quiere decir que sea abundante y sean leales al ciudadano, no vaya a ser que dentro de poco no queden de estos pueblos más que sus nombres y las únicas flores que se puedan llevar a ellos sean para certificar su defunción. No hagan que dentro de poco existan muchas Honquilanas.
Los alcaldes de la zona no son capaces de ver más allá de sus narices.Sus pueblos se mueren y con ellos sus ciudadanos.¿Qué es lo que se hace para evitarlo?. Absolutamente nada.Dicen algunos de estos alcaldes que sus ciudadanos les elijen porque conocen de su buen hacer, que están cerca de ellos, preocupándose por sus problemas. Viendo los resultados lo mejor sería que se dedicaran a otra cosa.
Ahora que mucha gente quiere volver a sus raices, ahora que hay tantos problemas para que los pocos jovenes que quedan en estos lugares accedan a una vivienda, ahora que los pocos niños que nacen en estos lugares tienen que coger el autobús todos los días para ir al colegio, que hacen nuestros alcaldes para evitarlo, pues tocarse las bolas.Tan díficil es tener alguna idea, no se puede facilitar terrenos a precio simbólico para que esos pocos jovenes que aún quedan pudieran construir su casa por poco precio en sus pueblos. A su vez estos jovenes tendrían sus hijos en estas localidades y se podrían recuperar algunos servicios y con ello aumentar el número de habitantes y por tanto también aumentarían las subvenciones estatales en razón del número de habitantes.
No se pueden facilitar ayudas y asesoramiento oficiales para que las personas emprendedoras que existen en todos estos sitios puedan montar sus pequeños negocios, como granjas, casas rurales, turismo local y monumental, ayuda a nuestros mayores, etc.
No ha llegado ya la hora de que estos alcaldes se pongan las pilas y no piensen solamente en utilizar sus cargos como trampolín para acceder a las Diputaciones para ver que es lo que cae en saco propio. Si lo anterior es díficil evitarlo porque la condición humana es débil, por lo menos disimulen un poco y hagan que algo de lo que caiga de lo público también sirva para que beneficie a sus ciudadanos.
Miren más allá de sus lombligos, hombres de cortas miras, pongan un poco de su "sapiencia" al servicio del sentido común, que por el hecho de ser común no quiere decir que sea abundante y sean leales al ciudadano, no vaya a ser que dentro de poco no queden de estos pueblos más que sus nombres y las únicas flores que se puedan llevar a ellos sean para certificar su defunción. No hagan que dentro de poco existan muchas Honquilanas.