BUSCANDO VIEJAS PISADAS
Aquel hombre venido de Francia, que llegó a La Seca el año de 1964, con una moto entonces bastante grande, de marca Terrot. Intentaba ponerse en contacto con su antigua familia, Ya que este hombre llamado Luis Jorge Cantalapiedra. Abandono esta villa el año del final de la primera guerra mundial, 1918, con tan solo seis años, habiendo vivido en la calle del Carrascobar. Y teniendo una vida bastante azarosa, pudo estudiar en esa nación donde sus padres se trasladaron, para trabajar en los ferrocarriles franceses, parte de ellos destruidos por el ejercito alemán. Sin dejar de ser español, aunque allí su nombre fuera Louis, se alisto en las brigadas internacionales, para defender sus ideales de libertad y derechos humanos. Contra el régimen del general Franco. Luego durante el año de 1938, tuvieron que desalojar España, y volver de nuevo a su vivienda de emigrantes, esperando que la guerra de España fuera en verdad lo que ellos esperaban, un prólogo para que el nazismo iniciara la conquista de nuevos países, donde Hitler pusiera su ojo, Sin tardar mucho tiempo, y temiendo ser ejecutado por los nazis. Louis no le quedó más remedio, que ingresar en el maqui francés, donde paso calamidades sin límite, pudiendo sobrevivir en los montes y montañas, causando problemas al ejército alemán, que siempre que hacían prisionero a cualquier persona no adicta a sus pretensiones, lo eliminaban o terminaba en los campos de exterminio nazis. Louis aquel hombre valiente, que expuso su vida cantidad de días y veces, pudo conocer la victoria de los países democráticos, como fue Francia, y este hombre, pasado 25, años del final de la guerra incivil española, pudo volver a su antigua villa, en aquellos años muy destrozada, Torre e Iglesia caídas, Ayuntamiento quemado, casas hundidas por las bodegas con agua, y su casa de la Calle Carrascobar era un solar entonces, Este hombre apenas contando un poco su vida, dejo en sus familiares lo duro de su camino, y reconoció a un primo hermano, y otros miembros de su familia. Que le recibieron con alegría, ya que ni los primos ni tíos sabían nada de él y sus padres, que murieron en Francia. Cuantos seres humanos nacidos en La Seca, nadie sabe ni donde ni como murieron, ni siquiera por donde anduvieron. Fue el destino de la emigración forzosa.
G X Cantalapiedra.
Aquel hombre venido de Francia, que llegó a La Seca el año de 1964, con una moto entonces bastante grande, de marca Terrot. Intentaba ponerse en contacto con su antigua familia, Ya que este hombre llamado Luis Jorge Cantalapiedra. Abandono esta villa el año del final de la primera guerra mundial, 1918, con tan solo seis años, habiendo vivido en la calle del Carrascobar. Y teniendo una vida bastante azarosa, pudo estudiar en esa nación donde sus padres se trasladaron, para trabajar en los ferrocarriles franceses, parte de ellos destruidos por el ejercito alemán. Sin dejar de ser español, aunque allí su nombre fuera Louis, se alisto en las brigadas internacionales, para defender sus ideales de libertad y derechos humanos. Contra el régimen del general Franco. Luego durante el año de 1938, tuvieron que desalojar España, y volver de nuevo a su vivienda de emigrantes, esperando que la guerra de España fuera en verdad lo que ellos esperaban, un prólogo para que el nazismo iniciara la conquista de nuevos países, donde Hitler pusiera su ojo, Sin tardar mucho tiempo, y temiendo ser ejecutado por los nazis. Louis no le quedó más remedio, que ingresar en el maqui francés, donde paso calamidades sin límite, pudiendo sobrevivir en los montes y montañas, causando problemas al ejército alemán, que siempre que hacían prisionero a cualquier persona no adicta a sus pretensiones, lo eliminaban o terminaba en los campos de exterminio nazis. Louis aquel hombre valiente, que expuso su vida cantidad de días y veces, pudo conocer la victoria de los países democráticos, como fue Francia, y este hombre, pasado 25, años del final de la guerra incivil española, pudo volver a su antigua villa, en aquellos años muy destrozada, Torre e Iglesia caídas, Ayuntamiento quemado, casas hundidas por las bodegas con agua, y su casa de la Calle Carrascobar era un solar entonces, Este hombre apenas contando un poco su vida, dejo en sus familiares lo duro de su camino, y reconoció a un primo hermano, y otros miembros de su familia. Que le recibieron con alegría, ya que ni los primos ni tíos sabían nada de él y sus padres, que murieron en Francia. Cuantos seres humanos nacidos en La Seca, nadie sabe ni donde ni como murieron, ni siquiera por donde anduvieron. Fue el destino de la emigración forzosa.
G X Cantalapiedra.