MAÑANA RECORDAREMOS A LA TORRE
La Seca aquella tarde fría de enero, vimos cómo se caía la Torre. Más o menos eran estas horas de las seis y cuarenta y cinco de la tarde, del año 1962, un año después de quemarse el Ayuntamiento el día 3 de enero de 1961. A las tres y pico de la madrugada. La Seca en aquel momento de la caída de La Torre, venía la gente de podar las viñas, y yo mismo alargaba los manojos de sarmientos a mi padre, que se encontraba encima de la manojera, cuando de repente mi padre me decía, que se cae, que se cae, al segundo grito dijo La Torre, y un sonido atronador con una nube de polvo que se veía toda la Iglesia envuelta en dicho polvo, Todo el pueblo enseguida bajamos a ver que había pasado, La Seca se encontraba un poco sorprendida, el sacerdote que entonces estaba de párroco, intento poner orden en aquel desastre monumental, Más se tardó tiempo en poner una solución momentánea a dicho problema, Eran muchas las casas que se estaban hundiendo en aquellos años, las bodegas estaban hasta el techo llenas de agua que manaba, por la cantidad de agua que en aquel tiempo había llovido, Yo me acuerdo que siendo monaguillo subí varias veces a La Torre, aunque en ese tiempo hacia años que no subía, y me acuerdo de un albañal con su canalillo de piedra blanca, que daba la vuelta al corredor de La Torre, posiblemente estuvo lleno de agua con tantas lluvias, y la palomina que ocasionan las palomas y otras aves obstruyeran la salida del agua de aquella época de lluvia. La Torre la parte de arriba estaba construida con ladrillos macizos y cal. Esto siempre lo pensé, aunque hubo personas que decían que eso no era la causa, sino que la Campana del reloj de dicha Torre, que era demasiado pesada. No soy entendido en construcciones, Más aquellos años en La Seca siempre pasaban cosas raras, que nadie les daba explicación, los vecinos en aquellos años ni preguntaban, ni nadie les hacía ninguna pregunta, Hubo personas que hicieron comentarios entre amigos, y culpaban al destino que le estaba dando castigo a La Villa de La Seca. Han pasado muchos años, y solo nos queda el recuerdo y la nueva Torre que nos ha dejado el escultor. Gregorio Puertas Méndez, que nos seguimos acordando de él, por su trabajo bien hecho. G X Cantalapiedra. 29 – 1 – 2023.
La Seca aquella tarde fría de enero, vimos cómo se caía la Torre. Más o menos eran estas horas de las seis y cuarenta y cinco de la tarde, del año 1962, un año después de quemarse el Ayuntamiento el día 3 de enero de 1961. A las tres y pico de la madrugada. La Seca en aquel momento de la caída de La Torre, venía la gente de podar las viñas, y yo mismo alargaba los manojos de sarmientos a mi padre, que se encontraba encima de la manojera, cuando de repente mi padre me decía, que se cae, que se cae, al segundo grito dijo La Torre, y un sonido atronador con una nube de polvo que se veía toda la Iglesia envuelta en dicho polvo, Todo el pueblo enseguida bajamos a ver que había pasado, La Seca se encontraba un poco sorprendida, el sacerdote que entonces estaba de párroco, intento poner orden en aquel desastre monumental, Más se tardó tiempo en poner una solución momentánea a dicho problema, Eran muchas las casas que se estaban hundiendo en aquellos años, las bodegas estaban hasta el techo llenas de agua que manaba, por la cantidad de agua que en aquel tiempo había llovido, Yo me acuerdo que siendo monaguillo subí varias veces a La Torre, aunque en ese tiempo hacia años que no subía, y me acuerdo de un albañal con su canalillo de piedra blanca, que daba la vuelta al corredor de La Torre, posiblemente estuvo lleno de agua con tantas lluvias, y la palomina que ocasionan las palomas y otras aves obstruyeran la salida del agua de aquella época de lluvia. La Torre la parte de arriba estaba construida con ladrillos macizos y cal. Esto siempre lo pensé, aunque hubo personas que decían que eso no era la causa, sino que la Campana del reloj de dicha Torre, que era demasiado pesada. No soy entendido en construcciones, Más aquellos años en La Seca siempre pasaban cosas raras, que nadie les daba explicación, los vecinos en aquellos años ni preguntaban, ni nadie les hacía ninguna pregunta, Hubo personas que hicieron comentarios entre amigos, y culpaban al destino que le estaba dando castigo a La Villa de La Seca. Han pasado muchos años, y solo nos queda el recuerdo y la nueva Torre que nos ha dejado el escultor. Gregorio Puertas Méndez, que nos seguimos acordando de él, por su trabajo bien hecho. G X Cantalapiedra. 29 – 1 – 2023.