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LA SECA: AIRES DE CACIQUES...

AIRES DE CACIQUES
Eran tiempos de caciques, en aquel Valle de La Castilla Sedienta, se presentían y sentían, los ecos de esas personas manipulando al pueblo, esos caciques tenían varios obreros, y hubo uno que tenía un tractor que era el primero que llegó al valle, hay gente que le recuerda con su sonido, pun, pun, pun,,, era de la marca Lanz, y circulaba despacio, apenas llevaba tres arados, ya que con más no podía, pero el cacique aquel, presumía de su poder económico, y además tenia su caballo blanco con su tartana, que la usaba para cualquier recorrido, Sus aires de grandeza juvenil, se le habían ido abajo, sus hijas e hijo, no querían vivir en aquel ambiente de un pueblo que criticaba en el silencio todos sus males, Y su historia mujeriega es difícil de poderla escribir, ya que existían cruces imposibles de explicar, El resto de los caciques y aprendices de caciques, digamos que le tenían mucho respeto, incluso la clase obrero delante del cacique no hacía comentarios. Han pasado muchos años, quizá más de setenta, y ahora parece imposible tanta subordinación, Cuando alguien comenta tanta hipocresía, las personas jovenes no quieren entender aquel drama, Les parece cosas pasadas sin importancia, como se ve que no conocieron cuando la gente corría para quitar su carro de la cañada, para que pasara el caballo y la tartana de aquel cacique, y cuando en las entidades del pueblo, se levantaban la mayoría de las personas para dejarles su asiento, y encima como agradecidos de aquel detalle, Nunca entendí tanto mal razonamiento, al fin y al cabo toda la gente de entonces trabajando en la agricultura, llegaba sudoroso y cansado a cualquier lugar, y dejar el asiento al cacique, no era más que dorarle la píldora, Algunos momentos cuando miro atrás, me parece que he vivido en otro planeta u otra nación, nos dejó escrito Rubén Darío, Juventud divino tesoro, te vas para no volver, cuando quiero llorar no lloro, y a veces lloro sin querer. La realidad supera la ficción la mayoría de las veces. G X Cantalapiedra.